PSICOLOGÍA I
Preparatoria AGE
potencial y se produce una experiencia emocional en el
cortex cerebral (miedo), la cual desencadena respuestas reflejas
en nuestro cuerpo: el corazón se acelera, nos sudan las manos o
sentimos náuseas en el estómago.
A principios del s. XX el psicólogo norteamericano W. James y el
danés K. Lange rechazaron este punto de vista y propusieron
una hipótesis alternativa: que la emoción ocurre después de que
el cortex cerebral reciba las señales de los cambios en nuestro
estado fisiológico.
Según esta teoría, las emociones proceden de ciertos cambios
fisiológicos: un aumento o disminución de la presión sanguínea,
frecuencia cardiaca y tensión muscular. La base de la emoción
radica en la percepción de las sensaciones fisiológicas, si ves el
incendio de tu casa, sientes miedo porque el cortex ha recibido
señales de que tu corazón late deprisa, tus rodillas tiemblan y las
palmas de tus manos transpiran. Así W. James escribió: “No
lloramos porque estamos tristes, sino que estamos tristes porque
lloramos”.
Para W. Cannon y P. Bard las emociones consisten en una
activación fisiológica que prepara al organismo para la acción y
sus mecanismos son exclusivamente fisiológicos. En contra de
James y Lange, defienden que la activación fisiológica y la
expresión emocional son simultáneas y no se producen una detrás
de otra. Los individuos no siempre son capaces de percibir los
cambios internos y, sin embargo, tienen emociones.
La teoría cognitiva de S. Schachter y J. Singer defienden una
teoría fisiológica-cognitiva de las emociones. Señalan que los
cambios corporales son necesarios para experimentar emociones,
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