Como dice Ruiz (2006), el vínculo entre médico y paciente es fundamental al momento de tratar la enfermedad o el problema del paciente. En sus propias palabras, afirma:
"Nadie puede negar que el vínculo médico-paciente es una relación compleja entre dos seres humanos, en la que además de un proceso científico (...) es sobre todo un acto profundamente ético y humanitario, cuya esencia es acompañar al enfermo, darle aliento y esperanza. Por ello, a lo largo de la evolución de la medicina, la relación médico-paciente ha sido piedra angular del quehacer médico" Ruiz (2006, p.1).
Dada la relevancia de esta relación para la práctica del profesional de la salud, es que se puede señalar que el debilitamiento de ésta influye en el incremento de las denuncias por parte de los pacientes, quienes al perder la confianza en el profesional recurren a un recurso legal frente a cualquier complicación médica.
La confianza es difícil de conseguir cuando las personas han sido bombardeadas con información sobre errores médicos, ya sea en medios masivos de comunicación o a través de redes sociales y deciden, como una forma de protección, no confiar plenamente en el médico. Según Bravo (2005), del total de las acusaciones por negligencia, el 79% ha sido sin difusión periodística y el 21% abordadas en los medios de comunicación social de masas. Por lo tanto, la divulgación del tema a nivel público ha empoderado a las personas para defender sus derechos como pacientes, aumentando las demandas.
En la actualidad y por la desinformación se suelen confundir los errores médicos con la negligencia. Los errores médicos, según Ramos (2005), se basan en conceptos y principios dados por la moral y la ética, que se centran en la dignidad humana. En cambio, negligencia consiste en el “incumplimiento de un deber, falta de preocupación,omisión de la atención y de la diligencia de vida” (Teke,1993, p.51) ésta se considera dentro de las malas prácticas médicas, las cuales tienen una responsabilidad penal, civil o administrativa dependiendo del caso.
Otro aspecto que influye en la relación médico-paciente se relacionan con el rol que estos cumplen bajo una lógica de mercado, en donde el médico puede ser considerado un prestador de servicios o incluso un “vendedor” y el paciente un “consumidor”. Por una parte, el médico vivencia una evidente falta de motivación y empatía ya que “no son pocos los médicos que reconocen que la técnica sofisticada, el lucro y el prestigio asociados a la medicina ya no satisfacen plenamente; más bien sienten un vacío interior y una fatiga existencial en su práctica cotidiana” (Suardíaz, 2011, p.1). Por otra parte, el paciente como consumidor reclama por los costos de la atención médica y los tiempos de espera, en donde hay claras diferencias entre la atención particular y la pública.
En conclusión, la relación médico-paciente es una arista relevante a considerar cuando se analiza el problema de la judicialización de la medicina. Asimismo, es importante estudiar el vínculo entre médico y paciente desde el contexto actual, es decir, involucrando aspectos del macrosistema, tales como, el sistema de salud en Chile y la influencia de los medios de comunicación masivos.
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