De Fábula…
El leñador tenaz
Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en
una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones
de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso
hacer un buen papel. El primer día se presentó al
capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del
bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a
talar. En un solo día cortó dieciocho árboles. Te felicito,
le dijo el capataz. Sigue así. Animado por las palabras
del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio
trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó
temprano. A la mañana siguiente, se levantó antes que
nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño,
no consiguió cortar más de quince árboles. Debo estar
cansado, pensó. Y decidió acostarse con la puesta de
sol. Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca
de dieciocho árboles.
Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente
fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la
tarde tratando de talar su segundo árbol. Inq ե