PROYECTO OVNIS 4 - LA BATALLA FINAL PROYECTO OVNIS 4- LA BATALLA FINAL | Page 59
Proyecto Ovnis 4
Arriba, una alegoría artística del Einsophita
Revertido, alumbrando la consciencia de
una entidad humana hibrida, cualquiera de
nosotros.
Primero, notemos que los einsophitas proceden de
otro universo, un mundo de tinieblas, para el alma,
justamente, el Ein Sof, recordemos que antes que
la luz, el universo de materia y energía, era la
oscuridad, un mundo mucho más vasto y original,
precedente a este universo. Los einsophitas
trascienden toda forma, y pueden contraerse o
expandirse a voluntad, es más su plexo es volitivo
plenamente, con propiedad son potestades
inmensurables; su presencia en un universo de
materia y energía se ajustaría a la forma estelar o
nebular, una estrella gigantesca, cuásares o
pulsares, siempre revestidos con una espalda o
cara hostil. Es posible, como dice la gnosis
primordial de Herrou Aragón, que fuera de este
universo de materia y energía los einsophitas sean
seres de fuego antimateria, una concepción muy
difícil de vislumbrar.
Por el encadenamiento espiritual, o la caída,
que ya dijimos se debió a una traición
original, estos seres de fuego sufrieron un re-
versión, este misterio está perfectamente
explicado en la sabiduría exoplanetaria
traducida por Felipe Moyano, ojo, no sufrieron
una
per-versión
como
el
demiurgo,
simplemente se re-virtieron, quedando su
plexo
espiritual
fuera
de
contexto,
proyectando su lux en la materia procesual,
inerte, muerta, sin vida. Al proyectar su Lux
en el ánima mutante por el signo de la traición
original, generaron una MAP, memoria
alienígena pasiva; entonces, si el mutante
logra activar la MAP, esta se identifica
inmediatamente con el ser de fuego que la
proyecto; al ser consciente de su potencia
plasmadora, verbo, podrá alterar el devenir
de la línea de tiempo del ánima a su voluntad,
Einsophita liberado, su plexo espiritual toma
abriendo la puerta hacia la posibilidad pura;
posesión del microcosmos; se ha logrado el Vril.
veamos a un Alejandro el Grande, a un
Leónidas, a un Gengis Khan, a un Adolfo Hitler, y caeremos en cuenta porque la sinarquía
ha empeñado tanto para evitar a toda costa que algunos sujetos predispuestos logren
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