Proyecto Ovnis 3 - El Origen Extraterrestre Proyecto Ovnis 3 | Page 53
ANDREA VICTORIA CANO
La historia humana ha estado llena de escenas de guerra y todas las personas han
experimentado conflictos, pero para entender el origen del mal debemos viajar al pasado,
a la primera guerra en el universo. Antes de que este universo existiera hubo una guerra
en el cielo. Es casi imposible para muchos imaginar que pudiera haber guerras en un
universo supuestamente perfecto ¿Qué pudo haber causado este conflicto celestial? La
respuesta es sencilla: la pasión y el engaño. Dios no creo el mal porque el mal es dios.
En esta hipótesis concluimos que el “dios” de este mundo es un dios imperfecto, y que su
mundo también lo es. Rodeado de ángeles se encontraba el creador, súbditos y
abnegados servidores de su creación, hasta que viendo los hijos de dios (los ángeles)
que en la tierra las mujeres de los hombres eran hermosas descendieron en forma
humana y tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas para copular con ellas
(Génesis 6: 1-2). Ahí se produjo la ruptura, un bando al mando del arcángel San Miguel
que fue el que comandó el descenso del cielo a la tierra y Lucifer la pureza total del
espíritu que no pudo consentir tal aberración originando el enfrentamiento celestial más
grande y transcendental en el Origen de la historia, declarando la guerra al arcángel San
Miguel y a los demás ángeles que le apoyaron, por haber profanado su pureza y divinidad
apasionándose por este mundo inferior.
Al ver dios el acto de rebelión
llevado a cabo por Lucifer lo
desterró del paraíso ya que
también Él fue desafiado al haber
consentido tal cosa. Nosotros
diremos que Lucifer jamás podría
haber sido desterrado de ningún
lado por un dios inferior como el
demiurgo. Ya de por sí Lucifer
sentía una inconformidad hacía ese dios creador, y en todo le contradecía, sabía que algo
andaba mal; y pues el siendo un enviado del dios incognoscible, nos hace suponer que
Lucifer estaba infiltrado, que el dios incognoscible necesitaba supervisar más de cerca la
obra de Jehová y sus actos. Lucifer sentía bastante hostilidad por la creación del UNO y
así se lo demostraba constantemente.
Lo realmente irónico de todo esto es que Lucifer al ser desterrado como menciona la
biblia, fue enviado de regreso al mundo verdadero de donde él provenía realmente, solo
su nombre portador de luz nos lleva a concluir su función espiritual, dechado de la
perfección, lleno de sabiduría y de espléndida belleza, el mismo dios lo reconoció y ni
siquiera él pudo igualar su carisma, la voluntad absoluta de su Espíritu. Las palabras de
Jehová al desterrarlo fueron estas: “derribado eres hasta el Sheol, a los lados del abismo”,
entendido “Sheol” como el mundo incognoscible, y el “lado del Sheol” como Walhalla, la
guarida de los dioses liberadores. Es decir, que en realidad Jehová no “desterró a nadie”
como sus sacerdotes acólitos nos quieren hacer creer. Lo mismo ocurre con las
denominaciones erróneas de lo cultural hacia el Hades, Sheol, infierno, purgatorio, etc.,
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