Lic. Pablo Adolfo Santa Cruz de la Vega
Gracias a la Sabiduría Hiperbórea, ahora sabemos que el pasú o homínido telúrico es un proyecto filogenético muy caro al creador del universo material, pues fue concebido para poner sentido al mundo y desarrollar cultura, por ello, el demiurgo que busca su perfeccionamiento, ha sostenido el proyecto pasú en sucesivas manifestaciones que abarcaron enormes periodos de tiempo, millones de años de despliegue del arquetipo manú. Fue en esa instancia que seres de otro universo arribaron a la creación, descubriendo finalmente el defecto de la criatura; a continuación describiremos brevemente la morfología psíquica del pasú en el momento del arribo de los alienígenas traidores.
La criatura era muy interesante; había desarrollado algunas funciones superiores de la psique, es decir, tenía una insípida esfera consciente. Esta característica puede deducirse del relato de muchos mitos ancestrales, por ejemplo los sumerios; cuando los anunaki 7 comenzaron a recolectar especímenes animales del planeta, Enki observó con admiración como una de aquellas criaturas desactivaba las trampas ayudando a escapar a otros animales; que la criatura en cuestión tenía un desarrollado instinto gregario, que indicaba la existencia de un tenue principio social o mente colectiva, inclusive cierta tendencia a la diferenciación por rama familiar. Esto convenció al anunaki a seleccionar esa criatura para un experimento genoarquetípico; pero antes había que pedir permiso. Evidentemente, el experimento no sólo implicaba la genética, sino la modificación del arquetipo manú, sostenido por el logos del demiurgo desde una esfera superior. Para ello había que interceptar el logos canalizado a través del plasma solar de Saturno, y alterarlo desde un nuevo centro de irradiación, o nuevo Sol, he ahí el origen de Chang Shamballa, una gigantesca base extraterrestre para interceptar el plasma solar.
7 Anunaki, significa en lengua sumeria:“ Los que del cielo a la Tierra llegaron”.
46