Lic. Pablo Adolfo Santa Cruz de la Vega
Para terminar, hablemos de las fenestras. La fenestración requiere siempre de una voluntad externa además de la voluntad del Yo- que llamamos“ ajena” en virtud de que el agente egoico es justamente ajeno al sujeto anímico que lo arrastra en su inmanencia- para manifestarse en un determinado momento estratégico; si no fuera así, el sistema de control interdimensional detectaría el movimiento energético, neutralizándolo, con grave riesgo para el Virya. En otras palabras, la instancia de fenestra la propicia siempre un agente externo con el concurso del agente egoico. En el caso de la OCTRA, podemos suponer que su fenestración la propicio el Pontifice como voluntad externa. En el caso de los veganistas, que evidenciaron su fenestración merced a los actos estratégicos concretados, sólo podemos suponer el concurso de una poderosa voluntad externa, que fue la que propicio aquella revelación de lo inimaginable: la situación de Yo. La condición previa para que se manifieste la fenestra, como ya habrán intuido los lectores, consiste en la ODALIZACIÓN, propiciada por el agente egoico; hay odalización cuando toda la puesta de sentido participa de una estrategia de liberación y una voluntad externa aísla a Yo; Sólo esto garantiza la continuidad de la Estrategia, haciendo posible la participación en el momento justo, de esa voluntad externa, para fenestrar al aspirante. La odalización se concreta cuando hay esta doble coincidencia.
4. Actividad Paranormal, Estados Alterados de Conciencia y el mundo astral. Ya dijimos que la actividad paranormal hace referencia a la capacidad, voluntaria, o involuntaria de un sujeto para fracturar o hendir en alguna circunstancia, el velo de maya, la ilusión del mundo circundante, alterando las leyes eminentes que lo rigen. Telekinesia, telepatía, levitación, visión a distancia, tránsito por
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