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6. EL SUPERHOMBRE.
Hemos recorrido un largo camino para llegar a este punto, el recuentro del hombre con
EL PRINCIPIO DE SUPERIORIDAD.
Lograr un Estado Superior de Ser, un estado integrado, es el fin propuesto por
Friedrich Nietzsche y toda una corriente ariosófica Völkish, impulsada desde órdenes,
sociedades cerradas y cofradías como la Sociedad Thule, y que fue asumida como un
reto de administración política del Estado por la Orden Negra SS en su afán de
conformar una élite nacionalista.
Estamos muy lejos de la tergiversación que la cultura del sistema encasilla como
“racismo”, pretendiendo justificar su postura negacioncista contra el nazismo.
Como el tema de la raza constituye un tabú para la cultura democrática que se
fundamenta en el paradigma del igualitarismo a ultranza, es necesario tomar recaudos
con el fin de aclarar este tema, que es sencillísimo de exponer, pero difícil de
comprender, por las implicancias morales y sentimentales que genera.
¿Qué debemos entender por superhombre?
Lo que la gente común de nuestros días piensa al respecto refleja un estado de
confusión que raya en el cretinismo más infantil: los alemanes se “CREEN” superiores
porque son altos, rubios y de ojos azules. (Noten que esta pobre opinión omite adrede
la palabra HERMOSO), algo muy típico de quienes sufren de complejo de inferioridad.
Reflexionemos un poco. Ante el marcado grado de materialismo que corrompe a la
humanidad, no es raro constatar que cuando hablemos de superioridad su referente
sea estético, y además económico. Es superior el más bello, y si no fuera el caso, el
que posee más cosas.
Y es cierto, materialmente hablando; puede ser que
la raza blanca sea una de las más bellas y
prósperas del planeta. PERO NO TIENE NADA
QUE
VER
CON
EL
PRINCIPIO
DE
SUPERIORIDAD, que los iniciados völkish y
ariosóficos difuminaron en Europa en los años 20 y
30, y que se refería a una belleza o hermosura que
sólo es capaz de expresarla un superhombre o
mujer integrado y despierto a su potencia racial, es
decir, ancestral, que implicaría la reintegración del
caudal de la sangre pura del ancestro primigenio.
Toda una recuperación de sentidos y significados.
Entonces el concepto que debemos aprender a
utilizar para entender el fenómeno que suscito el Prometeo robando el Fuego de los Dioses.
renaciente orgullo alemán de la “era” nazi, es el de
RAZA ESPIRITUAL. Es decir, comprender lo que significa un Estado Integrado de Ser,
que en lenguaje mítico, sería el legado del Wotan germánico, aquel hombre semidivino
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