Proyecto de Literatura Proyecto Literatura 'Kevin Calona' | Page 13
Fue Juan Ramón Molina hombre activo, personal y políticamente, quemó su vida en el afán
de vivirla intensamente. Fue colaborador de la candidatura del General Terencio Sierra de
quien se consideraba amigo. Presidente de Honduras durante el período 1899-1903, Sierra,
molesto por una publicación que hizo Molina en el Diario de Honduras, bajo su dirección, lo
mandó a picar piedra, encadenado, en la carretera que se construía al sur del país. El artículo
que tanto lo había molestado "Un hacha que afilar", era un conocido apólogo de Benjamín
Franklin, que los acólitos de Sierra consideraron alusivo, hostil y digno de ser castigado con
la prisión del poeta.
“Planetista y periodista, coronel, político, diplomático, hombre que alcanzó altos cargos
públicos y que hubo de seguir la ruta del exilio donde murió”.2 A pesar de esta vida activa
no pudo rehuir el pesimismo y el hastío tan común a los poetas hondureños y que él, como su
más elevado representante tuvo en grado sumo por "La fatiga que le producía el peso
ABRUMADOR DE LO INFINITO", que muestra en el sentido macabro de sus versos
"Después que muera" o en el pesimismo vital de su soneto "Madre Melancolía". Falleció en
San Salvador El Salvador el 2 de noviembre de 1908.
Literatura:
Juan Ramón Molina, el poeta gemelo de Rubén, es casi desconocido en Sudamérica.
No figura en los textos de preceptiva literaria, no se ven sus poemas menudamente
publicados, ni se oye que sazonen sus acentos los menús líricos de los que dicen
versos.
Piadoso olvido en el que paradójicamente lo quisieron dejar, por ser singularmente
pobre lo que se escribe de los poetas en los textos escolares.
Más triste cuando sus nombres se usan para llenar vacíos tipográficos en revistas de
dudosa publicidad y a desesperar si el que recita destroza los poemas.
Recordado por nosotros ya no volverá al olvido.
Eso sería la condición que antes debemos establecer. Que salga Juan Ramón Molina
del olvido, que vuelva a estar presente su cepa tierna, aérea, vegetal, del trópico, tal
como él lo presumía y lo dijo alguna vez.
Pero mi obscuro nombre las aguas del olvido No arrastrarán del todo; porque un
desconocido Poeta, a mí memoria permaneciendo fiel, Recordará mis versos con noble
simpatía, Mi fugitivo paso por la tierra sombría Mi yo, compuesto extraño de azúcar,
sal y hiel. Tal fui porque fui hombre, oh soñador ignoto, Pálido hermano mío, que en
porvenir remoto Recorrerás los márgenes que mi tristeza holló
El 13 de enero del 2009, Rodolfo Pastor Fasquelle, Secretario de Estado en los
Despachos de Cultura, Artes y Deportes renombró la Biblioteca Nacional de Honduras
con el nombre de Juan Ramón Molina.
Quemó su vida en el afán de vivirla intensamente. Fue colaborador de la candidatura
del General Terencio Sierra de quien se consideraba amigo. Presidente de Honduras
durante el período 1899-1903, Sierra.