Protección Ambiental y Recursos Naturales Edición 2020 | Page 6
Editorial
En 1821, una vez consumada la gesta de independencia, el gobierno de Agustín de Iturbide
adoptó una bandera cuyos colores a día de hoy continúan vigentes: verde, que simboliza
la esperanza del pueblo en el destino de su raza; blanco, la unidad; rojo, la sangre que
derramaron los héroes por la patria.
Aunque una indiscriminada y creciente actividad “inhumana” ha amenazado la longeva
vitalidad del planeta, de la conciencia inmarcesible de millones de personas se ha erguido
un movimiento que busca salvaguardar la vida en sus diferentes formas, representado
por múltiples acciones que, precisamente, fortalecen la esperanza del pueblo y le permi-
ten soñar con disfrutar futuramente, en armonía, la dadivosidad que brota de la Tierra,
teniendo en cuenta que esta “no es una herencia de sus padres, sino un préstamo de
sus hijos”, como lo indica aquel proverbio indio.
Así, a partir de una gestión enmarcada en un respeto irrestricto por el entorno, la franja
verde de la bandera mexicana se ha hecho cada vez más grande. De la mano del Gobier-
no Estatal de Quintana Roo, el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) dio
inicio al Programa de Restauración de Arrecifes Coralinos, con el objetivo de combatir
el llamado “síndrome blanco” y así evitar la muerte prematura de estos ecosistemas,
mediante una siembra masiva.
Entre tanto, desde la Comisión Nacional Forestal (Forestal) se han destinado portento-
sos recursos para sacar adelante más de 50 proyectos en pro de la conservación de los
manglares, los cuales a su vez son indispensables para proteger
la biodiversidad existente, al regular la calidad
del agua y constituir una barrera contra la
erosión y los efectos del cambio climático.
Por su parte, la Conabio adoptó múltiples
medidas que han permitido reducir la
huella ecológica de la institución y forta-
lecer paralelamente una cultura de mayor
responsabilidad, la misma con la que ha
sido diseñado uno de los proyectos más
emblemáticos del Gobierno de la Cuar-
ta Transformación: el Tren Maya, con
el que de planea detonar el desarrollo
sin afectar el patrimonio natural.
Juan Carlos Giraldo