las pelucas es solo una ínfima parte de lo que puede ocurrir con la calvicie.
El asunto con la calvicie es que puede hacer que cualquiera luzca mucho mayor. Puede también provocar que las personas se vean poco atractivas. Es por eso que mucha gente con los años ha intentado buscar métodos para curar la calvicie.
Si bien es difícil saber cuándo se realizó el primer intento para curar la calvicie, se sabe que las personas han intentado detenerla desde hace miles de años. Por ejemplo, en el 1500 a. C., los egipcios intentaban curar la calvicie y detener la pérdida de cabello orando al dios del sol y al mismo tiempo tragando una mezcla de miel, hierro, cebollas y tintura roja. Además, personas de la misma parte del mundo alrededor del 1100 a. C. creían que la caída del pelo podía detenerse frotando diferentes grasas animales en el cuero cabelludo.
¿ Por qué las personas pensaban que se podía curar la calvicie utilizando estos elementos aleatorios? ¿ Quién sabe? Después de todo, no es que las personas no estuvieran completamente seguras de lo que tenían que hacer para mantenerse saludables.
Incluso el famoso filósofo Hipócrates quiso encontrar maneras para evitar que la pérdida de cabello fuera un problema. Lo hizo utilizando una mezcla de comino, rábano picante, excrementos de aves y ortigas y aplicándola en su cuero cabelludo. No hace falta aclarar que este proceso tampoco funcionó.
Podría ser casi imposible encontrar las razones por las que tanta gente en los últimos días intenta probar tantos métodos para tratar la calvicie. Después de todo, muchos de los métodos que prueban están entre los más inusuales y tontos que alguien podría imaginar. Sin embargo, los esfuerzos que la gente a menudo hace bajo la esperanza de mantener a raya su pérdida de cabello están siempre allí.
¿ UN SIGNO DE VERGÜENZA?
Muchas personas en la historia han considerado la pérdida de cabello no como un signo de envejecimiento sino como un signo de vergüenza. No desean mostrarse en público si no tienen suficiente cabello con el que lidiar.
De hecho, muchos famosos en la historia han intentado cubrir sus zonas calvas. Julio César particularmente intentó esconder su cabello adelgazado de distintas formas. Una de las que utilizó fue emplear un ramo de laurel. Esto haría que los demás no se dieran cuenta de la falta de cabello en su cuero cabelludo.
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