VUELTA A LO ESENCIAL
¿Qué son los servicios
financieros?
Cómo los consumidores y las empresas adquieren bienes
financieros, como por ejemplo préstamos y seguros
T
Irena Asmundson
RAS la crisis mundial, se han hecho llamamientos para
endurecer la regulación de los servicios financieros.
Pero ¿qué es un servicio financiero?
Entre las cosas que pueden comprarse con dinero,
hay una diferencia entre un bien (algo tangible que dura, ya sea por
mucho o poco tiempo) y un servicio (una tarea que alguien realiza
para usted). Un servicio financiero no es el bien financiero en sí
—por ejemplo, un préstamo hipotecario para comprar una casa o
una póliza de seguros de automóvil—, sino lo que podría definirse
como el proceso de adquirir el bien financiero. En otras palabras, es
la transacción necesaria para obtener el bien financiero. El sector
financiero abarca muchos tipos de transacciones, en ámbitos tales
como el sector inmobiliario, de financiamiento al consumo, bancario
y seguros. También abarca varios modelos de financiamiento para
la inversión, incluidos los valores (véase el recuadro).
Pero las distinciones dentro del sector financiero no son claras.
Por ejemplo, una persona que trabaje en la industria inmobiliaria,
como un agente hipotecario, puede prestar un servicio ayudando
a los clientes a encontrar un préstamo con una estructura de venci-
mientos y tasas de interés que se adapten a sus circunstancias. Pero
esos clientes también pueden obtener crédito a través de sus tarjetas
o de un banco comercial. Este banco toma depósitos de clientes y
presta el dinero para generar mayores rentabilidades de las que paga
por esos depósitos. Un banco de inversión ayuda a las empresas a
captar fondos. Las empresas de seguros obtienen primas de clientes
que compran pólizas contra el riesgo de que se produzca un evento
asegurado, como un accidente de automóvil o un incendio.
Intermediación
Fundamentalmente, el sector financiero actúa de intermediario.
Canaliza dinero de los ahorristas a los prestatarios, y pone en con-
tacto a personas que quieren reducir su riesgo con otras que están
dispuestas a asumir ese riesgo. Las personas que ahorran para la
jubilación, por ejemplo, pueden beneficiarse de la intermedia-
ción. Cuanto mayor sea la rentabilidad que los jubilados obten-
gan por su dinero, menor será el monto que tendrán que ahorrar
para lograr su meta de ingreso de jubilación, teniendo en cuenta
la inflación. Para obtener esa rentabilidad se debe prestar dinero
a alguien que pagará por utilizarlo (interés). Prestar y obtener los
pagos son actividades complicadas y arriesgadas. Los ahorristas
no suelen tener experiencia ni tiempo para dedicarse a estas acti-
vidades. Es mejor encontrar un intermediario.
46 Finanzas & Desarrollo marzo de 2011
Algunos ahorristas depositan sus ahorros en un banco comercial,
que toma depósitos de diversas fuentes y paga intereses a los
depositantes. El banco obtiene el dinero para pagar esos intereses
a través de los préstamos concedidos a particulares o empresas.
Los préstamos pueden concederse a una persona que desee
comprar una casa, a una empresa que quiera invertir o necesite
efectivo para pagar la nómina, o a un gobierno.
El banco proporciona una variedad de servicios en el marco
de sus actividades diarias. Para los depositantes, el servicio es la
atención que presta el banco al calcular la tasa de interés adecuada
que cobra sobre los préstamos y la garantía de que los depósitos
pueden retirarse en cualquier momento; para el prestatario hipo-
tecario, es la capacidad de comprar una vivienda e ir pagándola
con el tiempo. Esto también se aplica a empresas y gobiernos,
que pueden acudir al banco para cubrir diversas necesidades
financieras. El pago obtenido por el banco por proveer estos
servicios es la diferencia entre las tasas de interés que cobra por
los préstamos y el monto que debe pagar a los depositantes.
Otro tipo de intermediación es el seguro. La gente podría
ahorrar para cubrir gastos imprevistos, como cuando ahorra
para la jubilación, pero la jubilación es más probable que una
enfermedad o un accidente de automóvil. Si una persona quiere
cubrir estos riesgos, por lo general es mejor comprar una póliza de
seguros que pague en caso de que se produzca el evento cubierto.
El intermediario de seguros agrupa los pagos (denominados
primas) de los compradores de pólizas y asume el riesgo de pagar
a quienes enfermen o tengan un accidente con las primas más
el dinero que pueda obtener invirtiéndolas.
Por lo tanto, los proveedores de servicios financieros ayu-
dan a canalizar el dinero en efectivo de los ahorristas hacia los
prestatarios y a redistribuir el riesgo. Pueden añadir valor para
el inversionista agregando el dinero de los ahorristas, monito-
reando las inversiones y agrupando el riesgo. En muchos casos,
la intermediación incluye riesgo y dinero, ya que los bancos
asumen el riesgo de que los prestatarios no reembolsen el dinero,
eximiendo a los depositantes de afrontar ese riesgo. Al tener
muchos prestatarios, los bancos no quedan paralizados si uno
o dos prestatarios no pagan. Las compañías de seguros pueden
agrupar fondos que luego se utilizan para pagar a los tenedores de
pólizas si el riesgo se materializa. Las personas podrían ocuparse
de muchos servicios financieros por su cuenta, pero puede ser más
eficiente en función de los costos pagar para que otros lo hagan.