Lo que hace al ser humano tan especial es que cada uno
de esos factores y experiencias es diferente para cada
persona, provocando así la diversidad. El humano no
reacciona bajo un instinto, sino que predomina la
conciencia, generando la evolución con el paso del
tiempo. La búsqueda a la respuesta de todo, en especial
de donde venimos y para qué estamos en este mundo, es
otra de las características que los hace sobresalir. Está
también en constante búsqueda de la felicidad y el bien
según su moral, ya que, como no hay una definición
conceptual del “bien”, cada quien busca hacer lo que
piensa que es correcto.