Viendo la libertad desde un punto de vista ético, la libertad debe de ir de la mano con la
responsabilidad, puesto que, como somos los únicos seres vivos que utilizamos la razón y el
pensamiento para guiarnos en nuestras decisiones, nos vemos obligados a aprovechar dicha
inteligencia y ponerla en práctica orientandonos hacia el cuidado de nuestro entorno:
llámese así personas con las que convivimos, como otras especies animales y vegetales.