proceso de paz en colombia Cartilla _Todo lo que debería saber sobre el proce | Page 6
es simplemente eso: violencia criminal.Eso hará
la política colombiana más rica y más democrá-
tica; y también más agitada y más contestataria.
No hay que tenerle miedo a la democracia, hay
que tenerle miedo a la violencia. Y hay que con-
fiar en que la democracia es el mejor mecanismo
de consolidación de la paz. Por eso hay que dar
más voz y tomarse en serio los derechos políticos
de quienes han estado al margen de la vida polí-
tica del país.
Una nueva alianza
En el fondo, se trata de poner en marcha un
modelo nuevo e incluyente de construcción y
fortalecimiento de las instituciones en las regio-
nes. El Estado colombiano ha intentado todo tipo
de programas para llevar desarrollo a las regio-
nes apartadas. Sin negar sus logros, creo que el
modelo centralista, en el que unos funcionarios
aterrizan como unos marcianos entre las comu-
nidades para “traer el Estado”, se quedó sin aire.
Una campaña para construir la paz
He hecho parte de esos esfuerzos y conozco sus
méritos y limitaciones. Y estoy convencido de que
No hay manera de implementar todo lo anterior si no así el Estado nunca va a “llegar” a ninguna parte
se moviliza a la población. Con lo que paso al tema de de manera sostenida y con suficiente intensidad.
la participación.
Pero tampoco se trata de que las comunidades
En esto hay que pensar en grande: en una verda- se organicen por su cuenta. Esa es una lógica de
dera campaña nacional de participación que movilice fragmentación, que ha sido nuestra enfermedad
a la gente en las regiones alrededor de la construcción histórica.
de la paz. ¿Y eso cómo se hace? Con procesos de pla-
Lo que necesitamos es imponer una lógica de
neación participativa “de abajo hacia arriba” en los inclusión e integración territorial, basada en una
territorios.
nueva alianza entre el Estado y las comunidades
Se trata de poner en marcha una campaña de para construir conjuntamente institucionalidad
planeación participativa para que
en el territorio. “Institucionali-
entre autoridades y comunidades se “...hay que pensar dad” entendida nuevamente no
piense en las características y nece-
sólo como la presencia de unas
en grande: en
sidades del territorio, en las respues-
entidades estatales, sino como
una
verdadera
tas a esas necesidades, y de manera
el establecimiento conjunto de
metódica y concertada se construyan campaña nacional unas prácticas y normas que
planes para transformar esos territo-
de participación regulen la vida pública y produz-
rios. Se trata de hacer valer los dere-
can bienestar. Una alianza en la
que
movilice
chos y las capacidades de la gente,
que los programas gubernamen-
a la gente en
que sientan como propio el esfuerzo
tales, las autoridades regionales
de reconstrucción. Todo esto no es
–en esto el liderazgo de alcaldes y
las regiones
una utopía, se ha hecho en otras par-
alrededor de la gobernadores será fundamental–
tes del mundo. Brasil y la India son
y las comunidades se unen para
construcción de combinar la coordinación y los
buenos ejemplos. ¿Cómo no lo vamos
a hacer en Colombia si se trata de
recursos nacionales con la fuerza
la paz.”
construir la paz?
y el conocimiento de la ejecución
Necesitamos que todos los sec-
local. Esa alianza a mi juicio sólo
tores de la sociedad –campesinos, indígenas, afro es posible tejerla alrededor de la construcción de
descendientes, empresarios, universidades, organi- la paz. Tenemos una ventaja: no comenzamos de
zaciones sociales, miembros de la Iglesia– se sien- ceros. Hay programas importantes de la sociedad
tan parte de un mismo proceso, que la paz es de civil que han avanzado en esa misma dirección. Y
ellos y con ellos, que todos pueden y deben aportar. tenemos nuestra propia experiencia. Pero hay que
Necesitamos también despertar el entusiasmo de construir algo nuevo. Los obstáculos sin duda son
la población urbana, en especial de los jóvenes, que enormes: la corrupción, el clientelismo, las redes
piensen en ese otro país y salgan a las regiones. Las de intereses creados y del crimen organizado ame-
universidades deberían estar ahí. Los estudiantes nazan cualquier intento de reconstrucción. Pero si
deberían estar ahí. No sólo capacitando y acompa- no lo logramos en un período de excepción como
ñando procesos de planeación participativa, sino es la transición, con los recursos de todo tipo que
ayudando a tender puentes entre el mundo urbano movilizaría una verdadera campaña de construc-
y el mundo rural.
ción de la paz, no lo lograremos jamás.
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Espacios de reconciliación
cómo hacer las cosas, sino en para qué las esta-
mos haciendo. Eso incluye pensar de nuevo la
Las ventajas de esta campaña son muchas.
relación entre la justicia y la paz en un proceso
Primero, resolveríamos el problema de credibili- de paz. Si entendemos la construcción de la paz
dad. Hay que vencer la desconfianza natural de las como un ejercicio para reforzar normas y hacer
comunidades, lo que Jean Paul Lederach llama la valer derechos, tenemos un marco para ponde-
“distancia” que sienten frente a cualquier esfuerzo rar mejor los intereses de la justicia con los de la
de construcción de paz quienes han tenido que paz. Siempre y cuando entendamos “justicia” en
vivir y sobrevivir en medio de la violencia. Eso es el sentido amplio de la palabra, como solía defi-
así en un país que ha padecido un conflicto tan nirla John Rawls: como un “sistema equitativo de
largo como el colombiano. Hay regiones donde cooperación en el tiempo”, en el que “cooperación”
desde hace veinte o treinta años las comunida- significa observar unas normas y procedimien-
des han visto pasar programa tras programa del tos, con sus correspondientes derechos y deberes,
gobierno y están llenas de incre-
que todos aceptan y que regulan su
dulidad. El comienzo de la solu-
“...No se trata de conducta. Y que los aceptan pre-
ción está en que sean actores y
cisamente porque cooperar trae
beneficiar a los beneficios recíprocos para todos.
no simples receptores de esos
programas. En que vean que sus
Si pensamos en la justicia de esta
unos sobre los
derechos también cuentan. En la
manera, entendemos que el obje-
otros, sino de
medida en que las instituciones
tivo superior de la justicia en un
responden, la gente es más cons- hacer justicia en proceso de paz no es otro que la
el territorio de reconstrucción equitativa del orden
ciente de sus derechos y exige
más. Así se construye institucio-
la manera más social y la cooperación en los terri-
nalidad. Segundo, en ese marco
torios para restablecer las normas
amplia posible y básicas de la sociedad, garantizado
es posible repensar los procesos
de reincorporación de las gue- de satisfacer de la derechos y bienestar, y asegurar la
rrillas. Colombia tiene una larga mejor manera los no repetición del conflicto.
experiencia en estos procesos y
La justicia transicional es
derechos de las un componente
una agencia fuerte de reintegra-
fundamental,
víctimas.”
ción. Pero si estamos pensando en
pero sólo un componente de este
transformar los territorios y crear
esfuerzo mucho mayor de recons-
institucionalidad sobre la base
trucción. En ese marco y con un
de la participación y la inclusión, estos procesos enfoque de derechos podemos hacer una pon-
no se pueden limitar a ofrecerles oportunidades deración justa entre los derechos de las víctimas
de vida a quienes han dejado las armas. Tienen directas y los derechos de los demás habitantes
que ser parte integral del proceso de reconstruc- del territorio. ¿Cómo decidir a quién distribuir la
ción territorial. No podemos volver a cometer el tierra, a las víctimas, a campesinos sin tierra, o
error de pensar que se trata simplemente de des- a excombatientes? O, a un nivel más general, ¿a
movilizar unos grupos. Hay que llenar el espacio, qué se debe dedicar la justicia penal, a investigar
hay que institucionalizar el territorio, y hay que medio siglo de guerra o a la prevención de futu-
hacerlo entre todos. Tercero, un ejercicio de ese ras violaciones y a la desarticulación de futuras
tipo es también una forma de construir espacios amenazas sobre las comunidades? No se trata de
de discusión en el nivel territorial –la llamada beneficiar a los unos sobre los otros, sino de hacer
“esfera pública”– para deliberar alrededor de pro- justicia en el territorio de la manera más amplia
pósitos comunes y recuperar las reglas básicas de posible y de satisfacer de la mejor manera los dere-
respeto y cooperación. Por esa misma razón, esos chos de las víctimas. Los enemigos del proceso
espacios de deliberación son también espacios de han querido reducir el fin de una guerra de cin-
reconciliación.
cuenta años y la construcción de la paz a una sola
pregunta: “¿los guerrilleros se van a la cárcel, sí o
La justicia y la paz territorial
no?” Por supuesto que hay que discutir sanciones,
en especial de los máximos responsables de los
Todo lo anterior requiere innovación, requiere crímenes internacionales. Ya lo hemos dicho: en
creatividad. Hay que pensar distinto, no sólo en Colombia no habrá una amnistía general. Todo se
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