Problemas educativos en México: una mirada desde los estudiantes | Page 8

Los profesores contratados por asignatura del Colegio de Bachilleres

l pensar en una figura docente imaginamos a una persona con características específicas propias

de la docencia, por ejemplo, con ciertas habilidades pedagógicas y dominio del área disciplinar que imparte. Sin embargo no siempre es así, existen profesores que no tienen una formación apegada a la pedagogía.

En la Ciudad de México no existe una carrera que forme a docentes para el Nivel Medio Superior (NMS) y Nivel Superior (NS) y profesionistas que se forman en distintas áreas disciplinares son los que se desempeñan como docentes al interior de las diversas instituciones educativas de estos niveles. Este es el caso de los profesores de asignatura, profesionistas que están contratados por horas frente a grupo.

¿Por qué es importante que estos docentes adquieran una formación en la docencia? ¿De quién es la responsabilidad de formar para la docencia a los profesores de NMS y NS? Y más específicamente, ¿qué hace el Colegio de Bachilleres (COBACH) para acompañar a sus profesores en este trayecto formativo y qué herramientas les proporciona? ¿Qué tan eficientes son los cursos de capacitación que les ofrece y qué acciones han realizado las autoridades educativas para mejorar las condiciones laborales de los profesor de asignatura? Para responder a lo anterior hay que considerar que esta figura tiene una amplia historia y sus condiciones laborales parecen no haber cambiado mucho, pues siguen siendo contratados por horas y sus contratos se emiten cada semestre.

En este sentido, es importante destacar los motivos por los cuales estos profesionistas incursionan en la docencia y visibilizar la manera de cómo enfrentan la situación de estar frente a grupo e impartir clases y cómo resuelven la falta de recursos didácticos y pedagógicos.

Al respecto, cabe destacar que existen múltiples factores para que estos actores entren a la escena educativa. Entre los motivos existentes para su incorporación al COBACH destacan el hecho de que no encuentran otras oportunidades de empleo, la creencia de que tienen vocación para la enseñanza, o porque es un empleo temporal —aparentemente— ya que los contratos son emitidos semestralmente, “mientras encuentran un empleo mejor”. Por otro lado, algunas profesoras lo toman como un trabajo de medio tiempo y pueden conjugarlo con el cuidado del hogar y la atención de sus hijos, o porque la docencia se desempeña de lunes a viernes y permite tener tiempo libre. Otra razón es que mientras concluían su proceso de titulación en años anteriores al 2014 (ya que a partir de este año los requisitos cambiaron por la implementación del examen de oposición de la Ley General de Servicio Profesional Docente), era fundamental estar titulado para aspirar a ser contratado o simplemente por cuestiones del azar como lo manifiestan algunos docentes en distintos estudios.

Al asumir su situación, el profesionista que incursionará en la docencia debe buscar un mecanismo de ingreso por la vía que está —o estuvo— a su alcance: recomendación, curso de capacitación, examen de oposición, etc. El ingreso de los profesionistas para laborar dentro del COBACH responde a múltiples causas. No existe sólo un motivo que explique la incorporación de profesionistas al ejercicio docente, la explicación no la podemos reducir a que no encuentran un empleo relacionado con el área de conocimiento de su formación inicial, pues son diversos los motivos por los cuales dejan de ejercer su profesión inicial, o bien, la conjugan para ejercer la docencia simultáneamente.

Después de un ingreso exitoso al COBACH, viene la enseñanza como lo manifiesta Barona: “lo que viene después del ingreso a la institución educativa, cuando se empieza a enseñar, es un problema de cada profesor en lo individual. La tarea se asume todavía como una tarea exclusiva de la alianza entre el conocimiento de la disciplina y profesiones con mayor valoración técnica” (Barona, 2005: 210).

Sumado a lo anterior, la poca o nula formación como docente les lleva a prácticas que muchas veces ellos mismos no consideran las más adecuadas para aplicar dentro del aula, como gritarles a los alumnos para mantener el orden o ser intolerantes, pero que van cambiando conforme pasa el tiempo y desarrollan nuevas estrategias dentro de la misma práctica.

Los profesores de asignatura llegan muchas veces sin conocimiento sobre la didáctica o la pedagogía; Sin embargo, en los perfiles que marca el documento institucional no es un requisito indispensable para la contratación (SEP, 2011); son contratados porque son especialistas en un área del conocimiento. Lo que es importante subrayar es que no llegan a desempeñarse como docentes sin ningún conocimiento, ya que poseen un cúmulo de conocimientos propios de su formación inicial y del entorno que los rodea. Otro elemento que está a su favor es que las asignaturas tienden a contar con una relación directa con la que imparten.

"Es importante darle el valor que merece a la práctica"

Además, es importante darle el valor que merece a la práctica, ya que es fundamental para mejorar la enseñanza, y es quizá el mecanismo más importante para lograr consolidar una concepción pedagógica más sistematizada: “Hoy existe una general aceptación acerca de que el proceso de formación de los docentes y en la formación de todos los profesionales está estrechamente vinculado con el desarrollo de capacidades para la acción en las practicas” (Davini, 2015: 13). Es un acierto poner énfasis en la práctica porque a partir de ella el docente aprende a desempeñarse mejor, tal como lo expresa el dicho popular “la practica hace al maestro” (la experiencia continua en el aula y la misma interacción con sus pares les aporta nuevas perspectivas, experiencias, consejos para mejorar en el aspecto académico).

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Margarita Martínez Martínez

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