Problemas educativos en México: una mirada desde los estudiantes | Page 5

llevó a cabo en equipos de tres estudiantes; para ello se dieron algunos lineamientos que incluían puntos medulares en la revisión de un texto: claridad en las ideas, secuencia lógica de los argumentos, uso de datos y otras fuentes de apoyo, citación, redacción y ortografía. Los estudiantes revisaron los comentarios e hicieron una tabla que concentrara los aspectos útiles para mejorar sus escritos. Finalmente, se solicitó a los estudiantes que colocaran sus textos en una tabla con dos columnas, cada celda del lado izquierdo correspondería a un párrafo de su texto y del lado derecho la idea principal del mismo; esto con la intención de hacer un análisis detallado de la escritura por párrafos y la secuencia de las ideas en que se desarrollaba el texto.

La cuarta sesión inició con una discusión sobre el tipo de comentarios y sugerencias que sus compañeros habían propuesto a sus textos, así como aquellas coincidencias en las observaciones. Asimismo, se intercambiaron comentarios sobre la utilidad de la tabla de ideas principales y en qué medida les había sido útil realizar este análisis. Posteriormente se proyectaron algunos textos de los estudiantes para aportar sugerencias de forma grupal y se retomaron las características de lo que conlleva el planteamiento de un problemática, diferenciándolo de un reporte de avances y del tema general de investigación: un problema plantea la gran discusión en la que se inserta el proyecto de investigación, sus elementos críticos, datos y otros recursos de apoyo, preguntas para su indagación, además de que sugiere una perspectiva y formas de abordarlo. A partir de esto, los estudiantes reescribieron sus textos con las sugerencias de mejora de sus propios compañeros.

En la quinta sesión se realizó la revisión fina de los textos entre pares, utilizando una guía de lineamientos para su publicación final, la cual incluía revisar el planteamiento del problema, el uso de argumentos y contraargumentos, el contraste de perspectivas, los datos que aportaban, el planteamiento de preguntas, la secuencia lógica en las ideas, el uso de citas y referencias a otros autores, así como aspectos ortográficos. A partir de esta revisión se obtuvieron las versiones finales de los textos que conformarían una revista digital dirigida a un público interesado en los temas educativos. Posteriormente, se llevó a cabo la evaluación del taller en la cual los estudiantes responderían a unas preguntas sobre la organización, actividades y materiales empleados. Por último, se realizó la evaluación de los estudiantes a partir de criterios relacionados con su participación individual y grupal en las sesiones del taller.

El Taller de escritura ha sido una experiencia de aprendizaje tanto para quienes planteamos esta forma de trabajo y las actividades, como para los estudiantes. Para nosotros significó una manera diferente de propiciar el proceso de escritura y lectura académica a partir de una serie de actividades articuladas en una práctica real: la publicación de una revista académica digital. En este proceso pudimos conocer los trabajos de los estudiantes, sus dudas e inquietudes, así como fomentar una forma de participación en que los estudiantes mismos fueran los protagonistas en su propio proceso de escritura. Por su parte, los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar en un proceso complejo de escritura que implicó reflexionar sobre sus propias ideas, revisar sus textos y conocer los trabajos de otros; también dieron críticas constructivas, recibieron una retroalimentación copiosa y participaron en el trabajo de otros. Algunos pudieron replantear o afinar algunos aspectos de sus propios trabajos de investigación, además de tomar un papel activo como escritores de textos académicos; los escritos aquí incluidos ilustran el estado de avance de los estudiantes que participaron en el taller en sus intentos por responder a la consigna. Al finalizar el taller comentaron que aprendieron a hacer revisiones más profundas de sus textos para organizarlo; explorar otras formas de representación para expresar, explicitar y ordenar sus ideas; así como usar recursos como bancos de frases, bases de datos, y tablas para facilitar el trabajo con sus escritos. Para citar a una de las participantes aprendió a “poder pensar en mí como escritora”.

Judith Kalman y Víctor Rendón

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