Ecología y Medio Ambiente
después de la Conferencia de Estocolmo, con las condiciones del medio
ambiente empeorándose cada vez más, la ONU creó la Comisión Mundial del
Medio Ambiente y Desarrollo (WCED) para formular “una agenda global para el
cambio” y para proponer “estrategias ambientales para un proceso de
desarrollo sustentable de largo plazo, alcanzables para el año 2000” (traducción
personal, WCED, 1987: IV). La WCED publicó su reporte en 1987 bajo el título
“Nuestro futuro común”, mejor conocido como El Informe Bruntland. Este
documento constituye una descripción exhaustiva del concepto de desarrollo
sustentable, y hoy día sigue siendo el más importante punto de referencia.
La Ecología Política (de Lipietz)
La ecología política proviene de Alain Lipietz. Dicho modelo se expone en tres de
sus publicaciones: a) “La ecología política como un movimiento social”; b) “La
ecología política como un conjunto de valores”; c) “La ecología política como
una serie de regulaciones ambientales”, y d) “La ecología política como un
nuevo orden mundial”.
El Comercio Justo
Éste es un modelo basado en la experiencia. Básicamente, es una estrategia
para conectar a los pequeños productores del Sur con los consumidores
conscientes del Norte, eliminando los intermediarios, y proporcionando un precio
“justo” a los productores. Generalmente, los consumidores pagan un precio más
alto que el precio determinado por el mercado. Y a cambio de esto, los
productores garantizan que su producción sea ecológicamente benigna y
socialmente benéfica.
La Producción Forestal Industrial Comunitaria
Así como el comercio justo, la PIFC es un modelo arraigado en la práctica. Sus
orígenes se encuentran en el activismo social y ambiental de las comunidades
indígenas del sur de México en los años setenta. En aquel entonces, los
recursos forestales de estas comunidades fueron explotados por compañías
privadas y paraestatales, que habían recibido “concesiones” del gobierno para
talar los bosques de las tierras comunales. Después de varios años de protesta,
dichas comunidades ganaron el derecho de talar sus propios bosques, dando
lugar a la PIFC.
No se conoce el número exacto de comunidades en México que actualmente
manejan sus propios bosques, pero se ha calculado que hay 83 organizaciones
(“uniones de ejidos”, en la mayor parte) en 22 estados, que extraen
aproximadamente 40% de la producción maderera comercial del país.
El Activismo Ambiental
El activismo ambiental no es un modelo como tal, más bien se trata de
actividades espontáneas que han recibido mucha atención en la literatura,
creando así un “nodo de discusión”. En esta discusión, Guha (1997) hace una
distinción entre el activismo ambiental del Norte y el del Sur. Según él, en el
Norte la clase media y urbana impulsa el movimiento ambiental. Sus
preocupaciones se enfocan tanto en el ámbito local como en el global. En el
ámbito local, quieren el aire limpio, calles sin basura y lugares donde puedan
disfrutar la naturaleza prístina. En el ámbito global, sus preocupaciones son
típicamente sobre el calentamiento global, la deforestación en Brasil, las
ballenas, los búhos, etc. Como indica Guha, estas preocupaciones reflejan los
valores “posmateriales”, que supuestamente nacieron en los países
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