A TU SALUD
EPIDEMIOLOGÍA
del trabajo
Generalmente, los empleados pasan de 6 u 8 horas promedio en el trabajo.
Eso significa que pueden adquirir una enfermedad en su área laboral o empeorar
si la enfermedad es crónica.
Por Luciano Enrique Gómez Rancier
L
as enfermedades diagnosticadas
y las sospechas de enfermedades
en el ambiente de trabajo
deben vigilarse siempre, no
importando su naturaleza. Las
enfermedades crónicas tienen
que manejarse con un protocolo.
enfermedades:
• Nuevas (nunca se habían detectado; de
reciente aparición en el país)
• Infecciones emergentes (enfermedades
causadas por parásitos, virus, bacterias,
riquetsias, micoplasmas y clamidias que
producen patrones epidemiológicos)
Dependiendo de su naturaleza algunas
enfermedades del trabajo se manejan con
la readecuación del puesto o la vigilancia
del tratamiento; otras se deben notificar de
inmediato a las autoridades sanitarias y del
trabajo.
• Infecciones reemergentes (estaban controladas
en el país, pero reaparecen)
Hay que referir las enfermedades y las
sospechas de enfermedades al médico de
consulta o de emergencia. Es imperativo que
el médico del empleado lo asista regularmente
y, que éste haga uso correcto del tratamiento
y de las indicaciones. Sin embargo, todas las
enfermedades en el trabajo deben ser vigiladas.
La vigilancia es una práctica esencial de la
epidemiología.
Se monitorea para detectar riesgos y peligros
de enfermedades, prevenir enfermedades y
accidentes, hacer protocolos de manejo y
diseñar estrategias de control. No se puede
separar la seguridad industrial, el cuidado del
medio ambiente y la salud en el trabajo. Existe
un acercamiento profesional y se debe trabajar
en equipo.
Algunas enfermedades son de carácter
epidemiológico, otras no. Por eso, el médico
de trabajo debe estar preparado para saber qué
hacer en cada circunstancia.
En el contexto laboral hay cinco tipos de
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• Crónicas no transmisibles (enfermedades
de larga duración y de lenta evolución).
Entran en esta categoría las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades
respiratorias crónicas y la diabetes.
• Enfermedades ocupacionales originadas
por malas condiciones del trabajo y actos
repetitivos.
La sospecha o la presencia de infecciones
de notificación obligatoria siempre se tienen
que trabajar con la Dirección General de
Epidemiología (DIGEPI) del Ministerio de
Salud Pública, especialmente en notificaciones,
inspecciones y protocolos. Esta entidad
pertenece al Viceministerio de Salud Colectiva.
Es colectivo porque trata con las enfermedades
que afectan a las personas y a los animales;
y sus alcances son regionales, nacionales e
internacionales. Hay una serie de enfermedades
infecciosas que los centros de salud privados y
estatales deben reportar a la DIGEPI cuando se
detectan o se sospecha.
La DIGEPI cuenta con médicos, veterinarios,
enfermeras, ingenieros y bioanalistas expertos
en dar seguimiento a estos eventos. Está
ubicado en la calle Santo Tomás de Aquino,
en el parqueo del Laboratorio Nacional
de Salud Pública Dr. Defilló, frente a la
Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Los prevencionistas y las personas encargadas
de la salud ocupacional vigilan todo lo que se
puede traducir en enfermedades, lesiones y
fallecimientos. Una enfermedad infecciosa, una
lesión musculo esquelética, un padecimiento
pulmonar, un problema de audición o una
depresión por mala distribución del trabajo y
estrés requieren monitoreo. Los problemas de
salud ocupacional, incluyendo los accidentes,
se notifican al Ministerio del Trabajo y a la
Seguridad Social.
Estas notificaciones llegan a la Dirección
General de Epidemiología y a otras entidades
del Ministerio de Salud Pública. Se toman
medidas de contención y prevención, se hacen
políticas y se ejecutan controles gracias a las
acciones anteriores.
A veces, los sistemas de vigilancia, notificación
y control no funcionan; entonces surgen las
enfermedades masivas, los accidentes repetidos
y los fallecimientos con los mismos orígenes.
En promedio, las personas adultas pasamos
de 6 a 8 horas en el ambiente del trabajo,
días hábiles, siempre y cuando no se esté de
licencia médica o vacaciones. Eso significa
que con mucha probabilidad, los empleados
pueden iniciar un proceso de enfermedad en
el ambiente del trabajo o pueden empeorar si
tienen enfermedades crónicas.
Estos procesos se los llevan a sus hogares o
a otros trabajos (para los que tienen más de
un empleo); y muchas veces no se piensa