Presidencias Compilado Presidencias 6B 2018 | Page 30

Con la esperanza de poder tratar su enfermedad, Avellaneda viajó a Francia a consultar a un grupo de médicos especialistas. Sin embargo, el diagnostico no era bueno, no había nada que pudieran hacer. Luego de tres meses, Avellaneda decidió volver para morir en su patria. Pero su último deseo no pudo ser cumplido, a mitad del trayecto le confesó a su esposa Carmen Miguens de Avellaneda: Querida, creo que moriré embarcado.