Era hijo del periodista y político Marco Manuel Avellaneda, un
opositor a la dictadura de Juan Manuel de Rosas que, de
hecho, moriría ejecutado en 1841 tras protagonizar una
revuelta contra el gobernador de Buenos Aires. Esta
circunstancia determinó que el pequeño Nicolás y su madre
huyeran ese mismo año al suroeste de Bolivia,
concretamente a Tupiza.
En 1850 regresó a su país y comenzó a cursar sus estudios
superiores. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad
Nacional de Córdoba en 1855, obtuvo tres años después el
doctorado por la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Pronto logró gran fama como periodista, trabajando de
redactor en los periódicos El Nacional (que llegó a dirigir), El
Pueblo y El Eco del Norte (que él mismo fundó en 1855);
asimismo, ejerció como profesor de Economía en el centro
universitario en que se había doctorado.