La Avenida 9 de Julio (en la que se encuentra Carlos Pellegrini) fue
planteada durante la breve gestión del intendente Francisco Seeber
(1889-1890) como una arteria que atravesaría la ciudad de norte a sur.
Posteriormente se la incluyó en diversos planos y proyectos, pero recién
en 1912 se aprobó la Ley Nacional Nº 8.855, que autorizaba al municipio
a expropiar con fines de "utilidad pública" las manzanas comprendidas
entre las calles Cerrito-Lima y Carlos Pellegrini-Bernardo de Irigoyen
desde el Paseo de Julio (Avenida del Libertador) hasta Brasil (Barrio de
Constitución) con el fin de construir una avenida central de 33 metros de
ancho, flanqueada por dos calles laterales ensanchadas y por edificios
públicos o privados “de estilo caracterizado y arquitectura especial”