Por nuestra mente pasa todo lo que hemos vivido como si fuera una película: lo que hemos hecho, lo que hemos sentido, lo que hemos querido y el resultado. El final del año es momento de hacer balance, de lo positivo y de lo negativo, ya que una parte sin la otra no existiría. Lo negativo es lo que nos hace darnos cuenta de lo buenos que llegan a ser los momentos positivos.
Este año que nos ha tocado vivir. Un año extraño, difícil para todos. Un año que se ha hecho lento pero a la vez ha pasado volando. Un año en el que sin duda hemos tenido que aprender a adaptarnos con rapidez, a tener paciencia y a darnos cuenta de lo valiosos que son los pequeños momentos que la vida nos ofrece y que, este año, muchos nos han faltado.