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> PERFIL PRO
mayo de este año, cuando el último gran emblema se enteró
que no habría otra temporada más para él.
Poco más de un mes pasó para que De Rossi encontrara
un nuevo destino. El jugador que alguna vez le dijo que no
a Real Madrid y Manchester United, entre otros, se vino a
Sudamérica. Y en Argentina encontró a un club que le podría
dar algo similar a lo que sentía en el Olímpico de Roma:
Boca Juniors.
“El que me conocía se daba cuenta a primera vista que,
inevitablemente, todos los caminos me llevaban a jugar en
Boca. Aún cuando pensaba que podía ir a otros lados, al final
siempre era Boca”, señaló el hoy reconocido como “Tano” en
las calles de Buenos Aires, donde su arribo revolucionó a
un club dispuesto a todo por vengar la inolvidable herida
propinada por River Plate en la pasada Copa Libertadores
de América.
BÁSQUETBOL, SURF Y CARTAS
La relación de Daniele con el fútbol quedó marcada, prácti-
camente, desde el primer día de su vida. Nació en 1983, año
en que su amada Roma conquistaba el segundo scudetto de
su historia con jugadores de la talla de Bruno Conti, Paulo
Roberto Falcao, Carlo Ancelotti y Franco Tancredi.
Además, su padre, Alberto, jugador de la cantera de la Roma,
pasó esa misma temporada al Livorno, donde viviría sus me-
jores temporadas. En la casa de los De Rossi siempre hubo
un balón, siempre se habló de fútbol, pero el camino tam-
bién pudo ser otro.
En su época escolar, intentó en otros deportes como el bás-
quetbol y el voleibol, en los que destacó, pero ninguno le
hacía volar la cabeza como el fútbol. Era inevitable.
La juventud del hoy volante Xeneize transcurrió en el bal-
neario de Ostia. Fue ahí donde sus compañeros y amigos lo
tentaron más de alguna vez para que practicara surf. “Mis
amigos eran de los que hacían surf, escuchaban a Red Hot
Chili Peppers o Rage Against The Machine. Ostia no era
Hawai pero se llenaba de surfistas. También intenté practi-
carlo, pero prefería jugar a cartas con los viejos. Había una
carpa en la playa (Sporting Beach) que pertenece a mi fami-
lia, allí es donde crecí. Todavía, al día de hoy, cuando voy, me
pongo a jugar a cartas con tipos de 70 u 80 años y me hacen
las mismas trampas que en mi adolescencia”, comentó en
una entrevista con la revista española Panenka en el 2006.
También intentaron arrastrarlo a la política, pero no había
caso. “Los compañeros de mi instituto eran de izquierda, re-
volucionarios. Yo iba con ellos, pero no pensaba igual. Estaba
menos interesado en la política. En mi escuela había siem-
pre huelgas, bloqueos y ocupaciones. Debo decir que no era
de los que se apuntaban a las reivindicaciones, más bien las
aprovechaba para volver a casa y seguir durmiendo”.
ROMA: UNA NEGATIVA Y UN AMOR PARA TODA LA VIDA
A fines de la década de los ochenta, Daniele De Rossi ya era
un seguidor de la Roma. Pero su primera camiseta no fue la
del “Giallorossi”. Sus primeros partidos y campeonatos em-
pezaron cuando tenía siete años y defendía la camiseta de
la Associazione Sportiva Ostia Mare, un cuadro humilde de
la capital italiana en que la Roma invirtió buscando futuros
talentos.
Ya sobre el final de la década y cuando actuaba como cen-
trodelantero, tuvo la oportunidad de fichar en el equipo que
terminaría siendo el de prácticamente, toda su carrera. Pero
no quiso salir en ese momento.
“Quería continuar jugando con mis amigos. Me divertía con
ellos y no quería estar en ningún otro lugar, por más hermo-
so que fuera”, aseguraba hace unos años.
Pero la espera no sería demasiada. El mismo volante de-
claró en 2015 que al año siguiente del rechazo “participé
en un torneo importante que también reunió a la Roma y
la Lazio. En aquel momento creció en mí la fascinación por
la camiseta de la Roma, por todo lo que rodea al equipo.
Como no volvieron a llamarme pensé que había perdido mi
oportunidad; pero, un año más tarde, mi sueño se hizo reali-
dad. Recuerdo el primer día que entré en Trigoria, el primer
entrenamiento, el momento en el que nos entregaron las
camisetas. Comienzas a vestirte como tus ídolos, como los
campeones. Pisas por primera vez aquel césped, descubres
un mundo desconocido”.
Y el romance no paró más. Fueron 18 temporadas de idilio
entre Daniele y una afición que lo encumbró entre los más
grandes ídolos. El amor por la camiseta, la entrega en cada
partido, uno que otro gol y transformarse en un tifossi den-
tro de la cancha, fueron los aspectos que lo elevaron a las
máximas alturas del Estadio Olímpico.
“Para mí, la Roma lo es todo, es mi vida. No creo que pudie-
ra ser feliz alejado de la Roma. Desde que tengo recuerdos,
siempre he sido tifosi. No me acuerdo bien del encuentro
en cuestión. Pero fue una gran experiencia, comparable a
la primera vez que hice de recogepelotas”, contó cuando le
preguntaron por sus primeros recuerdos como hincha de “La
Loba”.
Gran parte de esas imágenes tienen que ver con su período
como pasapelotas del club. Desde muy pequeño, De Rossi
fue viendo a sus grandes ídolos y sintiendo el calor de una
hinchada tremendamente fervorosa, fue quizás en esos mo-
mentos donde se fue forjando el carácter del volante recio
y apasionado.
“Corrí muchísimo cuando fui recogepelotas. El año 2013
emitieron un vídeo con todos los goles de Totti; pues bien,
en esas imágenes me vi más de una vez detrás de él para
darle un balón o para abrazarle tras un gol como si fuera un
Una vida ligada a la Roma
1983
1995
2001
2001
Se integra al
Debuta oficialmente
Gana su
Ostia Mare,
Nace el 24 de
en la Roma en un
primer título
equipo amateur
julio en Roma,
duelo por Champions al conquista la
de Roma donde
Italia.
League ante Ander- Supercopa de
hizo sus prime-
lecht.
Italia.
ras armas.
2003
Juega su
primer partido
en la Serie A
el 25 de enero
ante Como.
2003
2004
En la fecha 32 de
la Serie A anota su
Gana la medalla de
primer gol como bronca con la Selección
profesional en la Italiana en los Juegos
victoria 3-1 ante
Olímpicos de Atenas.
Atalanta.