Portaligas #10 - Invierno 2019 | Page 52

52 > PERFIL PRO mayo de este año, cuando el último gran emblema se enteró que no habría otra temporada más para él. Poco más de un mes pasó para que De Rossi encontrara un nuevo destino. El jugador que alguna vez le dijo que no a Real Madrid y Manchester United, entre otros, se vino a Sudamérica. Y en Argentina encontró a un club que le podría dar algo similar a lo que sentía en el Olímpico de Roma: Boca Juniors. “El que me conocía se daba cuenta a primera vista que, inevitablemente, todos los caminos me llevaban a jugar en Boca. Aún cuando pensaba que podía ir a otros lados, al final siempre era Boca”, señaló el hoy reconocido como “Tano” en las calles de Buenos Aires, donde su arribo revolucionó a un club dispuesto a todo por vengar la inolvidable herida propinada por River Plate en la pasada Copa Libertadores de América. BÁSQUETBOL, SURF Y CARTAS La relación de Daniele con el fútbol quedó marcada, prácti- camente, desde el primer día de su vida. Nació en 1983, año en que su amada Roma conquistaba el segundo scudetto de su historia con jugadores de la talla de Bruno Conti, Paulo Roberto Falcao, Carlo Ancelotti y Franco Tancredi. Además, su padre, Alberto, jugador de la cantera de la Roma, pasó esa misma temporada al Livorno, donde viviría sus me- jores temporadas. En la casa de los De Rossi siempre hubo un balón, siempre se habló de fútbol, pero el camino tam- bién pudo ser otro. En su época escolar, intentó en otros deportes como el bás- quetbol y el voleibol, en los que destacó, pero ninguno le hacía volar la cabeza como el fútbol. Era inevitable. La juventud del hoy volante Xeneize transcurrió en el bal- neario de Ostia. Fue ahí donde sus compañeros y amigos lo tentaron más de alguna vez para que practicara surf. “Mis amigos eran de los que hacían surf, escuchaban a Red Hot Chili Peppers o Rage Against The Machine. Ostia no era Hawai pero se llenaba de surfistas. También intenté practi- carlo, pero prefería jugar a cartas con los viejos. Había una carpa en la playa (Sporting Beach) que pertenece a mi fami- lia, allí es donde crecí. Todavía, al día de hoy, cuando voy, me pongo a jugar a cartas con tipos de 70 u 80 años y me hacen las mismas trampas que en mi adolescencia”, comentó en una entrevista con la revista española Panenka en el 2006. También intentaron arrastrarlo a la política, pero no había caso. “Los compañeros de mi instituto eran de izquierda, re- volucionarios. Yo iba con ellos, pero no pensaba igual. Estaba menos interesado en la política. En mi escuela había siem- pre huelgas, bloqueos y ocupaciones. Debo decir que no era de los que se apuntaban a las reivindicaciones, más bien las aprovechaba para volver a casa y seguir durmiendo”. ROMA: UNA NEGATIVA Y UN AMOR PARA TODA LA VIDA A fines de la década de los ochenta, Daniele De Rossi ya era un seguidor de la Roma. Pero su primera camiseta no fue la del “Giallorossi”. Sus primeros partidos y campeonatos em- pezaron cuando tenía siete años y defendía la camiseta de la Associazione Sportiva Ostia Mare, un cuadro humilde de la capital italiana en que la Roma invirtió buscando futuros talentos. Ya sobre el final de la década y cuando actuaba como cen- trodelantero, tuvo la oportunidad de fichar en el equipo que terminaría siendo el de prácticamente, toda su carrera. Pero no quiso salir en ese momento. “Quería continuar jugando con mis amigos. Me divertía con ellos y no quería estar en ningún otro lugar, por más hermo- so que fuera”, aseguraba hace unos años. Pero la espera no sería demasiada. El mismo volante de- claró en 2015 que al año siguiente del rechazo “participé en un torneo importante que también reunió a la Roma y la Lazio. En aquel momento creció en mí la fascinación por la camiseta de la Roma, por todo lo que rodea al equipo. Como no volvieron a llamarme pensé que había perdido mi oportunidad; pero, un año más tarde, mi sueño se hizo reali- dad. Recuerdo el primer día que entré en Trigoria, el primer entrenamiento, el momento en el que nos entregaron las camisetas. Comienzas a vestirte como tus ídolos, como los campeones. Pisas por primera vez aquel césped, descubres un mundo desconocido”. Y el romance no paró más. Fueron 18 temporadas de idilio entre Daniele y una afición que lo encumbró entre los más grandes ídolos. El amor por la camiseta, la entrega en cada partido, uno que otro gol y transformarse en un tifossi den- tro de la cancha, fueron los aspectos que lo elevaron a las máximas alturas del Estadio Olímpico. “Para mí, la Roma lo es todo, es mi vida. No creo que pudie- ra ser feliz alejado de la Roma. Desde que tengo recuerdos, siempre he sido tifosi. No me acuerdo bien del encuentro en cuestión. Pero fue una gran experiencia, comparable a la primera vez que hice de recogepelotas”, contó cuando le preguntaron por sus primeros recuerdos como hincha de “La Loba”. Gran parte de esas imágenes tienen que ver con su período como pasapelotas del club. Desde muy pequeño, De Rossi fue viendo a sus grandes ídolos y sintiendo el calor de una hinchada tremendamente fervorosa, fue quizás en esos mo- mentos donde se fue forjando el carácter del volante recio y apasionado. “Corrí muchísimo cuando fui recogepelotas. El año 2013 emitieron un vídeo con todos los goles de Totti; pues bien, en esas imágenes me vi más de una vez detrás de él para darle un balón o para abrazarle tras un gol como si fuera un Una vida ligada a la Roma 1983 1995 2001 2001 Se integra al Debuta oficialmente Gana su Ostia Mare, Nace el 24 de en la Roma en un primer título equipo amateur julio en Roma, duelo por Champions al conquista la de Roma donde Italia. League ante Ander- Supercopa de hizo sus prime- lecht. Italia. ras armas. 2003 Juega su primer partido en la Serie A el 25 de enero ante Como. 2003 2004 En la fecha 32 de la Serie A anota su Gana la medalla de primer gol como bronca con la Selección profesional en la Italiana en los Juegos victoria 3-1 ante Olímpicos de Atenas. Atalanta.