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> HISTORIA DE EQUIPO
la vida” -como ellos mismos se describen- decidieron armar
un equipo de baby fútbol para jugar en un torneo de verano
en Cachagua.
Felipe Dittborn, Matías Alcalde, Diego Gazitúa, Emilio Saenz
y Martín Vilajuana fueron los encargados de bautizar el
equipo. Por eso años cursaban recién octavo básico y, como
es lógico, fueron miles de nombres los que surgieron, pero
terminó siendo Boedo el que más convenció.
Vilajuana, que vivió dos años en Argentina, explica que al
final terminó siendo ese fanatismo por el fútbol y la posi-
bilidad de tener un nombre atípico, el que los llevó a bauti-
zar así al equipo. “Era una época en que el fútbol argentino
estaba mucho más de moda que ahora. Se veía mucho los
partidos Boca-River, sobre todo en la época en que estuvo
Manuel Pellegrini en River y San Lorenzo”, comenzó diciendo.
Lo que ellos querían era un nombre que saliera de lo común,
y así fue como se acordaron del barrio de San Lorenzo de
Almagro. “Para no tener un nombre tan típico, pensamos en
Boedo, sector donde está ubicado el club”, explicó.
Al final, el nombre les permitió diferenciarse de los demás,
pero solo hasta cierto punto, porque era tal el ‘boom’ del
fútbol argentino por esos años que igual hubo otros conjun-
tos con nombres bien arraigados en el balompié trasandino.
“Era tanto el fanatismo en esos años que era muy común ver
más de un equipo con algún nombre referenciado al fútbol
argentino. Es más, en el mismo campeonato que jugamos en
Cachagua había uno que se llamaba ‘Juan Román’, así que
tampoco fuimos tan originales”, recordó entre risas Vilajuana.
Con el paso de los años, Boedo comenzó a crecer y poco
a poco comenzaron a sumar más jugadores, algo que para
el mismo Vilajuana marca considerablemente la esencia del
equipo. “La unión es lo que nos representa. La base del equi-
po se ha mantenido desde siempre, y eso es algo que no se
da en muchos equipos. A veces algunos parten de una forma
y con el tiempo se van diluyendo”, señaló.
Asimismo, destacó que “en nuestro caso, de los fundadores
que estuvieron en el equipo de octavo básico hasta llegar a
segundo medio, me atrevería a decir que aún se mantiene el
90 porciento. Unos 10 o 12 jugadores continúan en el equipo
hace más de 15 años, donde pasamos por el baby y el futbo-
lito, hasta llegar al fútbol 11”.
Fueron múltiples campeonatos en los que participaron pero,
sin duda, uno que más los marcó fue el conseguido en la
Liga de Campeones del 2007.
UN TÍTULO QUE SE CELEBRÓ EN ARGENTINA
Boedo fue partícipe de la Liga de Campeones del 2007, ven-
cieron a Real Santiago y se terminaron consagrando como los
flamantes campeones. Quizás, era el título más importante
hasta el momento, y fue por esa misma razón que decidieron
celebrarlo como corresponde: con una salida a Buenos Aires.
No todos tienen la posibilidad de celebrar una copa fuera de
Chile, y es por esa razón que el viaje lo recuerdan como una
de las mejores vivencias con el equipo, sobre todo por las
anécdotas que marcaron la aventura en el extranjero.
“Fue casi todo el equipo, y lo mejor es que llegamos todos
vestidos con traje al aeropuerto, tipo delegación oficial de
un plantel profesional. Eso fue bastante entretenido y es una
anécdota que, quizás, pocos pueden contar”, detalló el mis-
mo Martín Vilajuana.
Para Felipe Dittborn, actual presidente del club, esta fue una
aventura diferente, sobre todo porque les coincidió con al-
gunos partidos de Copa Libertadores con equipos chilenos
en Argentina.
Como fanáticos del fútbol que son, sabían que no podían es-
tar ausentes y dijeron presente en más de un estadio. “Vimos
Boca-Colo-Colo y River Plate- Católica. También aprove-
chamos de ver San Lorenzo-Lanus, en cancha de Boca. Ahí
estuvimos en el sector popular, donde se pone la Gloriosa
Butteler, barra brava de los de Boedo”, rememoró Dittborn.
Pero las celebraciones no solo han sido para los jugadores
Senior, que fueron parte de ese campeonato del ‘07, ya que
los más nuevos también tuvieron la posibilidad de protago-
nizar un verdadero campañón en el 2015.
CAMPEONES INVICTOS
Boedo fue campeón en más de una oportunidad, pero uno
de los que más se recuerdan fue el conseguido en 2015. “Ese
debe ser de los más recordados por todos”, comentó Diego
Gazitúa, uno de los fundadores de Boedo que actualmente
también tiene labores de entrenador en la categoría Senior.
Pablo Mackena, actual delantero extremo de la categoría
Junior -que también fue parte de la consecución de dicho
certamen- piensa muy parecido al DT, y destacó la forma en
que se ganó.
“La única vez que fui campeón fue en ese torneo. Hace varios
años que el equipo no lo podía conseguir y en esa campaña
fuimos campeones invictos, algo que no sé si se había dado
antes en la liga San José”, destacó el atacante.
Para Vilajuana, otro de los que integró ese plantel, uno de
los factores claves para conseguir ese título estuvo en la
“motivación” de cada uno de los jugadores.
Y en ese sentido, explicó que “no es fácil tener una banca gi-
gante de 20 jugadores, y eso nos permitió marcar diferencias
sobre los demás equipos. En este tipo de ligas, el tema de
la motivación termina siendo súper importante, sobre todo
para equipos como los Senior en que estoy ahora, donde
después el físico empieza a pasar la cuenta”.