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> PREVENCIÓN
ROTURA DEL TALÓN DE AQUILES
UNA DE LAS
PEORES LESIONES
Junto al corte de ligamentos cruzados de rodilla, la rotura del Talón de Aquiles es una de las
lesiones más difíciles que puede sufrir un deportista aficionado, principalmente por su larga y
esforzada recuperación.
POR ALEJANDRO KOCK, KINESIÓLOGO KINEX (PHD, MG), CEO CIUDAD DEPORTIVA IVÁN ZAMORANO
S
egún la mitología griega, Aquiles fue uno de los más grandes héroes de la Guerra de Troya. La historia cuenta que
su madre, en el intento por hacerlo invulnerable, lo sujetó del talón y lo sumergió en las aguas de la laguna Estigia,
que separaba el mundo de los vivos del de los muertos. Guerrero de mil batallas, fuente de inspiración para sus
compañeros y temor para sus adversarios, Aquiles se convirtió en uno de los personajes mitológicos más recono-
cidos. Velocidad, fuerza y destrezas técnicas fueron algunas de las virtudes popularizadas en La Ilíada. Leyendas afirman
que Aquiles era invulnerable en todo su cuerpo salvo en su talón. Estas leyendas sostienen que Aquiles murió en batalla al
ser alcanzado por una flecha envenenada en el talón, de donde la expresión “talón de Aquiles” ha llegado a aludir a la única
debilidad de una persona.
PREVENCIÓN TRATAMIENTO
Esta lesión, por lo general, se da en personas mayores de 30
años, salvo en casos en los cuales existe una desviación ana-
tómica, ya que se deriva del desgaste que se produce al cami-
nar y al correr, el cual por cierto se intensifica si es que no to-
mamos los siguientes resguardos antes de la actividad física:
• Lo primero es mejorar la elasticidad del tendón. Para ello es
fundamental un buen calentamiento previo, en el cual las
cargas se vayan incrementando gradualmente y no de golpe.
• Mantener un peso adecuado también es importante, porque
cuanto mayor es la masa corporal del individuo, hay menor
elasticidad y es mayor es el trabajo que realiza el tendón
para soportar el cuerpo.
• Por último, el descanso es otro factor importante. Algunos
técnicos del fútbol profesional hablan del entrenamiento
invisible, el cual consiste en hidratar y recuperar el cuerpo
luego de una actividad física intensa.
• La adecuada revisión por parte de kinesiólogos biomecáni-
cos para evaluar cualquier anomalía de cadenas o proble-
mas de descarga que afecten y sobrecarguen el tendón, des-
de un pie pronado, una lesión antigua del tobillo, un valgo
de rodilla, una torsión ilíaca anterior o posterior de cadera, o
una escoliosis. Existen cadenas miofasciales que trabajan en
el equilibrio del cuerpo, y la pérdida de un 4% de alguna de
éstas influyen directamente en una sobrecarga de los cap-
tores posturales, de los cuales el tendón es uno de los que
recibe gran fuerza y equilibrio plantar. El tratamiento para corregir dicha afección comienza
-por lo general- con la cirugía, en la cual se vuelven
a unir los dos extremos del tendón cortado. Después
viene un largo periodo de rehabilitación, que implica
estar alrededor de seis meses sin actividad deportiva,
periodo no exento de complicaciones como la pérdida
de fuerza, adherencias, disminución de rango articular,
problemas de cierre de la herida operatoria.
Lo primero que se realiza tras la intervención quirúrgi-
ca es una inmovilización con yeso, por cerca de seis se-
manas sin apoyo, para lo que se usan muletas. Luego de
ese tiempo, el paciente continúa con el yeso por cuatro
semanas más, pero incorpora la caminata.
La fisioterapia comienza cuando el yeso es retirado. En
el tratamiento se utiliza magneto, ultrasonido y elec-
tro estimulación. Además se realizan masajes manuales
circulatorios para reducir el edema. La etapa final es en
el gimnasio, en donde se fortalece la musculatura y se
trabaja la elasticidad.
Es importante y fundamental el control sensorio motriz.
Después de una cirugía el paciente tiene una sutura,
por lo que tiene una nueva zona neutra que debe ser
trabajada con integración de la “nueva postura”, a tra-
vés de ejercicios de perturbación o fit forward. Esto es
realizado por los kinesiólogos y se llama reingeniería
motora.