MARCOS URANGA
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¿Cómo le fue al cuarteto del Sarmiento? Si Mar- supone) y el colorado Hunter. Sí: allí enfrente es- Al terminar el tercer chukker, el exhausto jinete y
cos tenía la esperanza de que alguno de sus com- taban un Dorignac y un Heguy, cracks de un la exhausta yegua se acercaron al referee, uno de
pañeros le prestara un caballo, pronto supo que miserable gol cada uno.
los hermanos Taylor. ¡El increíble Marcos le pidió
eso sería imposible: ellos apenas tenían para
prestado el caballo! Pero Taylor, mirándolo con
abastecerse. Por lo tanto, a la yegua que saltaba la
pena, le aclaró: “Es del club”.
repitió los primeros tres chukkers. Aquí hacemos
Dijimos que Marcos había repetido la yegua de
un alto para mencionar a los contrincantes.
Bedoya los primeros tres chukkers. Agreguémosle
El Champagnat contaba con Jorge Lottero, jugador
los tres restantes. Aquella tarde jugó el mismo
de 2 goles, más un trío de un gol cada uno: Frankie
caballo los seis tiempos. El partido terminó 18 a
(ese que usted imagina), Horacio (el que usted
0 y los lectores ya imaginarán quiénes ganaron y
quiénes fueron paseados.
Derrotado, el rugbier-futbolista-polista desanduvo
el camino a Indios para devolver el animal que se
enardecía con el paso de los camiones.
Horacio Heguy y Frankie Dorignac
defendiendo los colores de Champagnat.
Cuando le preguntamos qué dijo Bedoya al enterarse de que su yegua había jugado seis chukkers
ininterrumpidos, Marcos nos miró con su sonrisa
pícara y respondió: “Nada. Por suerte la yegua era
muda”.
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