Los Buscadores de Tesoros estuvimos con Marcos Uranga, quien nos regaló anécdotas y
material invaluable que iremos contando en las distintas ediciones. Empezamos con una
historia divertida e imperdible.
Por Daniel Balmaceda
En Belgrano Athletic jugaba de medio scrum y los
compañeros del rugby lo llamaban “Medio Litro”,
por cuestiones de altura. Marcos Uranga largó en
Intermedia, es decir, a un paso de jugar en Primera. Su lugar lo tomó otra gloria del deporte: el
puma Lucho Gradín.
Marcos también practicó squash y jugó al fútbol:
con amigos del club, formaron el Inter de Belgrano.
El nombre tal vez era muy pretencioso, aunque el
equipo era digno rival de todos.
El estudio fue alejándolo de las actividades deportivas. Pero el polo ya formaba parte de su vida.
Su padre, Carlos, lo jugaba en las estancias de los
Miles, de los Traill y de los Benítez; todas a cien o
doscientos kilómetros de Rosario.
Siendo alumno del Colegio Nacion al Sarmiento
(en Libertad y Juncal), Marcos fue incorporado al
equipo que jugaría el Intercolegial en el Tortugas.