Polo Today Retro 5 | Page 21

Nota de Tapa: LOS HEGUY Entre 1956 y 2015, los distintos Heguy jugaron 46 finales de Palermo y ganaron 31. Números. Cifras. Récords. Hazañas… Y mientras la tercera generación de la familia sigue escribiendo la historia, una cuarta generación Heguy comienza a recorrer el mismo camino que sus antecesores. Ya llegará su hora. Hoy, todavía es tiempo de Nachi, que va a competir con El Paraíso, y de Eduardo y Pepe (30 Abiertos Argentinos jugados, cada uno), quienes ya piensan en 2017, con el objetivo puesto en ganar la clasificación y volver a Palermo, su hábitat natural. Allí se criaron todos ellos. Allí soñaron con ser cracks algún día. Y la vida les cumplió el sueño… Porque un día fueron cracks. Seis meses después del antológico gol de Maradona a los ingleses en el mundial de México, Marcos Heguy hizo uno parecido en el Abierto Argentino, el verdadero mundial de polo. Y sirvió para definir el título de campeón ante La Espadaña, de Carlitos Gracida (8), Alfonso y Gonzalo Pieres (10) y Ernesto Trotz (10), el mejor equipo del momento, de 38 goles de hándicap, siete goles más que Indios Chapaleufú, integrado por el debutante Marcos (6), los mellizos Gonzalo y Horacito (8) y el experimentado Alex Garrahan (8). Quedaban 30 segundos para terminar la final. El partido estaba 12-12 y marchaba hacia un chukker suplementario. Pero Marcos, subido a la emblemática Marsellesa, tomó la bocha y cambió la historia. Inició una corrida memorable. Hizo la jugada de todos los tiempos. Recorrió 200 metros con la pelota, dejó el tendal y despejó el camino de tantos jugadores de La Espadaña para que La Pampa y San Miguel fuesen un puño apretado gritando por Indios Chapaleufú. “Nunca miré el reloj, no sabía cuánto faltaba… Nada... Arranqué, seguí, seguí… Pasé al último y me fui rumbo al arco. Es todo lo que me acuerdo”, declaró Marcos en el palenque. Sólo cabía una pregunta más que nadie le hizo: Barrilete Cósmico, ¿De qué planeta viniste? 21