Barajar
y dar
de nuevo
Como nunca en los últimos nueve años, el post
Palermo trajo cambios al por mayor en los equipos
de punta. Ulloa protagonizó el pase del año al
firmar con Ellerstina y La Natividad se convirtió en
el tercer equipo al llegar a 36 goles. Urgen cambios
en el formato de competencia
Por Alejo Miranda
H
ay que remontarse a 2011,
cuando Adolfo Cambiaso
hizo su magistral jugada de
ajedrez y le hizo jaque mate al polo,
para recordar un post Palermo tan
movido como éste. Ni siquiera el des-
membramiento de Alegria que con-
fluyó en Las Monjitas lo iguala. De
un lado, Ellerstina sumó a sus filas a
Hilario Ulloa en un intento por darle
alcance a La Dolfina, lo que provocó
el desmembramiento de Las Monjitas.
Por el otro, el surgimiento de un nue-
vo actor principal en el escenario: La
Natividad, que de un día a otro pasó de
28 a 36 goles y se convirtió en el tercer
equipo en discordia.
Varios factores confluyeron en es-
ta circunstancia. En primer lugar, la
nueva frustración que sufrió Ellersti-
na en Palermo. Ya van siete años que-
dando a la sombra de La Dolfina, y
más allá de dar reiteradas muestras
de tener capacidad para jugarle de
igual a igual (por ejemplo este año en
Tortugas y los tres anteriores en Hur-
lingham), a la hora de la verdad, en
la cancha 1 de Palermo, el equipo de
Cañuelas evidenció estar un escalón
por encima.
Polito Pieres es un enorme jugador.
Un 10 de handicap. Un goleador le-
tal frente a los mimbres. Un hombre
que le dio mucho a Ellerstina, inclui-
dos dos goles vitales este año: los del
triunfo en la semifinal de Tortugas an-
te Las Monjitas en suplementario y
ante La Dolfina en la final en el último
chukker. Hilario Ulloa tiene un plus
extra. Es probablemente el jugador
con más garra del mundo. Tiene una
doble capacidad defensiva y ofensiva
como pocos. Tiene sed de victoria. Y
tiene una gran cría propia. Resta ver
cómo se ensambla en un esquema en
el que la única posición fija parece ser
POLO MUNDIAL
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