za, ya que somos parte de ella.
El pudú mantiene actualmente solo
el 50% de su distribución histórica en
una población pequeña y fragmen-
tada, principalmente a causa de pro-
blemáticas que amenazan a la fauna
silvestre como la tala de bosques, la
caza por perros y la transmisión de
enfermedades del ganado domésti-
co. Las acciones de la alianza están
destinadas a sensibilizar y promover
una conexión más profunda del ser
humano con la naturaleza mediante
la educación ambiental, iniciativas
sustentables y divulgación de buenas
prácticas. Por ejemplo, en su Jardín de
Nieve para niños, el centro de esquí
de San Martín de los Andes realiza di-
ferentes actividades educativas inspi-
radas en el cuidado del pudú y brinda
información sobre la especie.
“El acuerdo con Cerro Chapelco
nos permite continuar educando y fo-
mentando el cuidado de nuestra fauna
autóctona a través de un caso emble-
mático como el del pudú: un ciervo tan
pequeño pero a la vez representante
de una problemática tan importante”,
señala Darío Lareu, Director General
de Fundación Temaikèn. Quienes es-
tén en Buenos Aires pueden conocer
al pequeño “Chapelco”, una cría de
pudú que nació hace poco en el Bio-
parque Temaikèn y que hoy crece jun-
to a sus padres bajo la atenta mirada
de sus cuidadores.
“Fomentar comportamientos sus-
tentables es uno de los objetivos de
Chapelco y, gracias a la alianza con
Fundación Temaikèn, nuestros vi-
sitantes ahora podrán conocer más
sobre el pudú, animal embajador del
Cerro”, afirma Juan Cruz Adrogué,
Presidente de Nieves del Chapelco S.A.
El arte también educa
En la base del Cerro se inauguró
una escultura de este pequeño ciervo,
creada con hierro reciclado por el ar-
tista argentino Juan Pablo Deplá. Re-
conocido por sus figuras de caballos
de polo, Deplá ha plasmado muchos
ejemplares de la fauna autóctona ar-
gentina con esta técnica. “Me encantó
el proyecto dado que tengo obras en
todos lados del mundo pero no en un
cerro a 1200 metros de altura. Y que es-
té a la vista de todo el público me gustó
mucho más. Me interesa que la gente
comprenda el mensaje del cuidado
del ambiente, del pudú como especie
a proteger y también el concepto del
reciclaje de los elementos, algo en lo
que viene trabajando Chapelco”, re-
flexionó el artista. Para destacarse
en la inmensidad de la montaña, la
escultura mide el doble del tamaño
real del pudú y está ubicada en un co-
rredor informativo donde se explica
dónde vive, con qué especies convive,
cuáles son sus amenazas y cómo pro-
tegerlo. De esta manera, Chapelco y
Fundación Temaikèn asumen juntos
un compromiso y un gran desafío: el
de lograr la buena convivencia del ser
humano con la fauna silvestre. ■
Más información:
www.chapelco.com
#ProtegiendoalMásPequeño
POLO MUNDIAL
n
47