Violencia infantil.- Quiero tocar un tema que es uno de
los que más nos laceran como sociedad, la violencia en
contra de nuestras niñas y niños. Hemos vivido tiempos
difíciles en esta materia, algo muy parecido a una
pandemia que nos lastima y nos vuelve vulnerables a los
peligros.
Sabemos que ha tocado a diversos sectores de la
población, pero cuando se presenta en los miembros más
vulnerables hace que se cimbre más fuerte la estructura
social.
Actualmente México está viviendo un incremento de
violencia en contra de menores, como ejemplos, el caso
de Dayana, la menor sustraída en San Pedro, Navolato y la atrocidad cometida a Valeria,
la niña abusada sexualmente y asesinada en Nezahualcóyotl, Estado de México.
En el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República nos encontramos
trabajando en una propuesta para impulsar y promover una campaña para la protección
de nuestros niños y niñas, a propósito del crecimiento de abusos sexuales, robo de
infantes, tráfico de órganos y maltrato infantil.
Pero es importante comprender que ninguna ley, norma o campaña funcionará si
como sociedad no se respeta, debemos llevar a cabo nuestras funciones como
individuos, la prevención ha sido siempre la mejor protección, prevengamos que se
lastime a los menores, respetemos sus derechos, cuidemos de ellos en las calles,
denunciemos abusos, otorguémosle protección en todos sus entornos: familia, escuela,
lugares de recreación.
Desafortunadamente, este tipo de violencia está en todas partes, muchas veces de
manera oculta, lo que incrementa el factor de riesgo para los menores e impide la acción
de la autoridad. Encubrir un abuso es tanto como cometerlo, de ahí la importancia de la
denuncia.
La violencia infantil trae consecuencias catastróficas en un corto y largo plazo, los
menores abusados física y psicológicamente tienen un alto porcentaje de sufrir
cardiopatías, diabetes, padecimientos psicológicos, cuando se trata de agravio sexual se
presentan enfermedades de transmisión sexual, embarazos, además de existir grandes
posibilidades de convertirse en abusadores, lo que nos lleva a un círculo vicioso del cual
es muy difícil salir, pero no imposible.
El compromiso del senado para la creación de esta campaña de protección está
vigente, comprometámonos todos como población a contribuir con lo que a cada uno de
nosotros nos toca, cuidemos a lo más valioso que tenemos como sociedad, cuidemos a
nuestras niñas y niños.
DG
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