POETIC MANIA | Page 5

P: Don Juan, usted ha sufrido depresión a lo largo de su vida. ¿Cómo podríamos abordar la depresión sufrida por el resto de la gente y cómo ayudarles?

R: La depresión es un estado en el cual la mente se colapsa y por tanto las ideas, las convicciones, el estilo de vida que uno llevaba, deja de tener importancia y todo lo que habíamos construido, se diluye como un azucarillo en el café.

P: Su esposa, Zenobia Camprubí, ha sido una predepente del movimiento feminista, que empezó a conocer en Nueva York. Su influencia intelectual, su sensibilidad, su trabajo juntos, tanto traducción, obras, como dando clase en varios países, ¿le influenciaron en sus obras?

R: ¡Por supuesto! “Diario de un poeta recién casado” ¡Qué tiempos! La adoré como a la mujer más completa del mundo que fue y sin embargo no pude hacerla feliz.

P: Ha sido usted un gran viajero ¿Cierto?

R: Pues sí, de mi pueblo, Moguer, ya siendo jovencito me trasladé a Sevilla para ser pintor, pero empecé mis primeras obras y a colaborar en periódicos. Luego me trasladé a Madrid, donde publiqué mis primeras obras, de allí a Burdeos, de nuevo volví a Madrid pero estalló la Guerra Civil y yo, al ser republicano, tuve que marcharme como agregado cultural a Washington. He vivido en Nueva York, Puerto Rico, he estado en Cuba dando conferencias… y todo esto me ha formado a nivel intelectual y ha, marcado en mí varias etapas y movimientos poéticos.

P: Quiso ser pintor. ¿Con qué estilo se identifica?

R: Sin duda en el arte moderno; tengo en costumbre de mirar hacia delante, me atraen más los cuadros modernos que los antiguos, los libros modernos que los antiguos, la música actual que la pasada. Estando en el pasado, el presente se nos va.

P: ¿Le hubiera gustado tener hijos?

R: Mi sobrino predilecto Juan Ramón, quedó huérfano de madre con 4 años, Zenobia y yo, disfrutamos mucho de él y de mis demás sobrinos, pasando temporadas con ellos cuando no tenían colegio, y viajaban con nosotros a Huelva, Sevilla y sobretodo a la Rábida, es uno de mis lugares predilectos, donde disfrutamos del campo, río y bellísimas puestas de sol.

P: Cuéntame Don Juan Ramón Jiménez, ¿cuál fue su relación con el mar?

R: El mar es un ser unitario, sin consciencia de sí mismo, sin voz interior que le dé compañía y esto le hace vivir una soledad permanente, me gusta meditar frente a él, creo que mis estados de ánimo son comparables al movimiento de las olas.

P: No podríamos terminar sin preguntarle por sus obras preferidas.

R: Bueno Platero y yo me dio el Nobel pero como mi querida Zenobia estaba se estaba muriendo no disfruté del premio, creo que mis obras eran el conocimiento, exactitud, belleza, mis temas el amor, la realidad de las cosas, y mi pueblo Moguer un referente en mi obra.

P: Muchas gracias por esta fabulosa entrevista, ha sido un placer tenerle con nosotros, esperamos que os haya gustado esta entrevista a todos nuestros lectores tanto como a nosotros.

R: Gracias a vosotros por este increíble trato que he recibido de vuestra parte, y gracias lectores por votarme, nos volveremos a ver pronto, estoy seguro.