poesía viva
Él
Valeri Zamitiz Gutiérrez
Esta noche se acabará todo,
las brasas ardientes lo consumen poco a poco,
a pasos lentos y pausados te diriges hasta
esa puerta para ti tan familiar.
He esperado ansiosa por tu llegada
me alisto para esta última velada
escucho tu llamado, abro la puerta y me empeño en llegar a tu lado
ignorando el llanto de quienes me han acompañado.
Tomas mi mano y me diriges a un lugar desolado,
rodeado de llamas para no ser molestados.
De pronto comenzó a sonar un hermoso vals
y me tomaste de la cintura para bailar.
La noche se fue con nuestros pasos sincronizados
desvaneciéndonos en cenizas que bajaban al abismo
dejando todo detrás como si se tratara de un espejismo.
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