Esta antología es la culminación de un viaje
que, desde el primer día que se los propuse a los
pequeños autores, lo emprendieron con entusiasmo y
dedicación. Decididos a enfrentarse a sí mismos, a
reflexionar sobre temas que les interesaban, a
sentarse frente a una hoja en blanco y a experimentar
lo costoso de la reescritura. Así, pudieron vivenciar
que escribir supone un gran esfuerzo, pero también
reporta placer y grandes logros.
Como maestra me pregunto: ¿Habrá mayor
gratificación que ver cómo mis alumnos crecen y se
empapan de eso que intento transmitirles día a día?
Que soy una enamorada de las letras es un secreto a
voces, pero que mis alumnos empiecen a serlo,
supera todas las expectativas y objetivos propuestos,
incluso más allá del ámbito docente.
Hoy con el libro en las manos podrán leer, junto
con la familia, una y otra vez sus historias y las de sus
compañeros, y estoy segura de que pasará a ser un
clásico en las bibliotecas y una buena excusa para
compartir hermosos momentos. Porque leer es volar con
la imaginación, es disfrutar, es elevarse, es edificar
nuestra formación cultural, es prepararnos para entender
mejor las cosas que nos pasan en la vida.
Pluma, papel y pinceles es una obra que hoy
sale a la luz y nos ofrece veintidós historias atrapantes
y geniales, a través del relato de sus jóvenes autores,
a quienes felicito por el excelente trabajo realizado y
les deseo un futuro colmado de éxitos y felicidad.
Además, les agradezco infinitamente los maravillosos
días compartidos a lo largo del año, los atesoraré por
siempre en mi corazón.
Mirza Angélica Pessino
10