Pleasures & Desires, Magazine Diciembre (N2 A0) | страница 21
MÉXICO
Para la cena y el recalentado...
México es un país grande, que da espacio a muchísimas
culturas, a incontables pueblos y a muy originales recursos.
Eso explica la variedad de platillos que nos caracterizan
como país, y las fiestas de Navidad no quedan aparte.
Si bien es cierto que muchas recetas no son
originarias de México. Fue la mano de cada una de las y los
cocineros de suelos aztecas, la que, en conjunto con las
especies dieron paso a los platillos típicos de estas fechas.
México se viste de fiesta y el aire se adorna con el
olor que de casa en casa nos recuerda que la familia está
reunida.
El bacalao, los romeritos, el pavo, la ensalada ( de
manzana o de zanahoria), los tamales ( de los que cada
región tiene su versión como los güeros, los barbudos, los
canarios, los verdes, los de ollita, los negros, de dulce, de
arroz, de carne, etc.), la pierna adobada, el lomo horneado,
los buñuelos, el ponche, el atole (casi tan extenso en
variedad como los tamales), el menudo (de Sonora típico),
el pozole (del estado de Guerrero o el del centro), la carne
asada (de Sonora, Sinaloa, Chihuahua o Monterrey la que
guste es buena), las carnitas (de Michoacán) y así un muy,
muy largo etc.
Todos estos son platillos mexicanos, que aunque no
todos son típicos exclusivamente de la navidad, no faltan en
nuestras mesas a la hora de la cena de la noche buena.
Las Posadas....
La cena de la noche buena es la cumbre de la
festividad navideña, es la "gran cena"; cena que va
acompañada de otras celebraciones previas más pequeñas
(pero no menos animadas) y que tienen sus fiestas primas
(como las fiestas de los aguinaldos en países
latinoamericanos).
Las posadas, son fiestas de origen mexicano y que
según la época o la región han tenido ligeras
modificaciones. Aunque por lo general se coincide en lo
más importante.
Todo comienza nueve días antes de la cena de la
navidad; días que simbolizan los meses de embarazo de la
virgen María. Durante estos días se harán nueve fiestas, una
diaria en casa distinta cada día (o en distinto barrio según la
región y las posibilidades) que simboliza el peregrinaje que
la Virgen y San José tuvieron desde su salida de Nazaret
hasta llegar a Belén.
Tradiciones
Tradiciones
Por: Alejandro Manzano R
Fotografía: LaVaF G.G.
Falta decir que cada casa ha sido adornada y
preparada para tal fin. Se han colgado guías con forma de
ramas de pino, se han puesto figuras de bota y caras de renos
o Santa Claus ( que aunque no venía originalmente en la
fiesta que nos trajeron los españoles, poco a poco se ha
hecho un huequito, en el corazón de los mexicanos), se ha
puesto el ya tradicional arbolito de navidad (con sus
muchas posibilidades: sembrado, cortado o artificial, verde
o de colores, ecológico, iluminado, pequeño, gigante o se
paso, con esferas de vidrio o adornos de papel y otro muy
largo etc, recuerden lo de los tamales) y se han sacado las
mejores vajillas y los mejores trajes; todo para adornar una
de las fiestas más importantes del año. Luego entonces ya
con todo listo (aunque no falta quien este aún corriendo en
la cocina), se procede a iniciar a la fiesta. Esto según la
región puede ser tan corto como una oración y una
arulladita al niñito dios o ya de plano aventarse todo el “ora
pro nobis” (canto que recordaba a casi todos los cantos
católicos y que aún se usa en algunas familias). En medio de
todo esto esta cargar a los peregrinos (si, los de la tía que ya
se siente mayor), que es una pequeña ceremonia que
recuerda el momento donde José pedía posada (de ahí el
nombre que se le da a estas fiestas por cierto), para su esposa
María que estaba a punto de dar a luz.
En el nombre del cielo,
Yo hos pisos posada,
Pues no puede andar,
Mi esposa amada...
Así empieza el cantillo que acompaña la cargada de los
peregrinos y que chicos y grandes (con velita en mano)
entonan alegremente.
¡Adiós 2019!
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