Promueve cambios fisiológicos positivos en el
cerebro asociados a la felicidad: los períodos de
mayor actividad suelen estar seguidos de otros más
largos de calma y pueden dar lugar finalmente a un
mayor bienestar. Ayudar a los otros mejora el apoyo
social, conduce a un estilo de vida más físicamente
activo, distrae de los problemas propios, permite
participar en una actividad significativa, mejora la
autoestima y competencia.
Aporta un sentido de integración y reduce el aislamiento: formar parte de una red
social conduce a una sensación de integracióN.
Mejora la confianza, el control, la felicidad y el optimismo: un acto de generosidad
también puede fomentar que otros repitan la buena acción de la que han sido objeto
y contribuye a una comunidad más positiva.
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