Eso sí, dentro de esa subjetividad sí existe una lógica. Nadie se atrevería a cuestionarse quien ganaría en un combate, si un superhéroe o un ciudadano de a pie, se trata de elegir el mejor entre los mejores.
Habrá quien prefiera a Superman, con sus superpoderes únicos y extraordinarios, alguien de otro planeta, capaz de volar por encima de todos; o
por el contrario se inclinará más por la oscuridad de Batman, experto en
prevalecer su fuerza y su técnica a través de las sombras para enfrentarse a cualquier rival; y las opciones no acaban aquí. Pero la única verdad, gane quien gane, es que todos luchan por el bien del fútbol.
XAVI JAEN