CIENCIA
¡ EN PELIGRO!
Las especies más amenazadas por el cambio climático.
El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta nuestro planeta y tiene un impacto devastador en la biodiversidad. Según el WWF, hay especies que están especialmente amenazadas por este fenómeno, lo que pone en riesgo no solo su supervivencia, sino también la salud de los ecosistemas en los que habitan. Una de las especies más afectadas es el oso polar, cuya existencia depende de los glaciares en el Ártico. Con el aumento de las temperaturas, el hielo marino se está reduciendo, limitando su acceso a la caza y su hábitat. De manera similar, las tortugas marinas enfrentan graves riesgos debido al aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos, que afectan sus zonas de anidación y su cadena alimentaria. Los corales también están en grave peligro. El blanqueamiento de los corales, causado por el estrés térmico y la contaminación, está llevando a la muerte de estos organismos vitales que sostienen ecosistemas marinos enteros. La pérdida de hábitats de corales afecta a miles de especies de peces y otros organismos marinos que dependen de ellos para sobrevivir. Además, especies como el tigre y el rinoceronte están sufriendo las consecuencias del cambio climático, ya que alteran sus hábitats naturales y reducen sus fuentes de alimento. Esto, combinado con la caza furtiva y la destrucción de su hábitat, pone a estas especies al borde de la extinción.
A continuación, se presenta una lista de las 10 especies más amenazadas por el cambio climático: Oso polar Tortuga carey Rinoceronte de Sumatra Tigre de Bengala Gorila de montaña Lince ibérico Delfín de río Elefante africano Foca monje del Caribe Corales( varias especies)
Es fundamental tomar medidas urgentes para mitigar el cambio climático y proteger estas especies vulnerables. La conservación de la biodiversidad no solo es vital para el bienestar de los animales, sino también para el equilibrio de los ecosistemas y la salud del planeta en su conjunto. La acción colectiva, desde la reducción de emisiones hasta la protección de hábitats, es esencial para asegurar un futuro sostenible para todas las formas de vida.