CIENCIA
PERROS de asistencia
La relación entre humanos y perros trasciende lo emocional cuando hablamos de personas con discapacidad. Los compañeros caninos pueden revolucionar la calidad de vida, siempre que se respeten sus necesidades y se comprenda verdaderamente su función.
EL PODER TRANSFORMADOR DEL VÍNCULO DIARIO
Convivir con un perro va más allá de tener una mascota en casa. Para personas con discapacidad, esta experiencia puede ser transformadora. El cuidado cotidiano del animal activa múltiples dimensiones: física, emocional y social. Las rutinas de alimentación, paseo y cuidado estimulan hábitos saludables y promueven actividad física natural. Interpretar los gestos del perro, observar su estado anímico y comunicarse con él ayuda a la persona a conectar también consigo misma. En casos de discapacidad psíquica, física o social, este vínculo adquiere una potencia extraordinaria, abriendo canales de comunicación con el entorno que van más allá de las palabras.
PERROS DE ASISTENCIA: ENTRENAMIENTO ESPECIALIZADO
Los perros de asistencia representan una categoría especial, entrenados específicamente para asistir a personas con discapacidad mediante tareas concretas como encender luces, asistir en desplazamientos o alertar sobre situaciones específicas. Requieren al menos tres conductas útiles entrenadas y un temperamento particular: sociabilidad, calma
Más que compañía, una transformación de vida.
y colaboración. Su preparación puede extenderse más de dos años en centros especializados. Sin embargo, el éxito no depende solo del entrenamiento del animal. El compromiso familiar es esencial; no todos los hogares están preparados para esta responsabilidad compartida.
INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS SIN CONVIVENCIA
Las intervenciones asistidas en entornos educativos, médicos o terapéuticos ofrecen otra modalidad valiosa. Aunque no hay convivencia permanente, los beneficios emocionales y sociales son igualmente significativos. Estos perros requieren entrenamiento especializado para interactuar con personas desconocidas en contextos variables. Iacoviello advierte sobre un punto crucial: no se trata de“ recetar” un perro. Sin un genuino deseo de cuidar al animal, el resultado puede ser contraproducente, generando frustración o incluso abandono.
ÉTICA Y CRITERIOS DE SELECCIÓN
No cualquier perro puede ser de asistencia. Aunque no existe una raza obligatoria, se requieren condiciones físicas y temperamentales muy precisas. Algunos proyectos seleccionan perros de refugios, pero no todos tienen la disposición adecuada. El entrenamiento no garantiza que todos disfruten estas funciones. El bienestar del perro es tan importante como el del humano. Es fundamental observar si el animal disfruta lo que hace: sus gestos, actitud y lenguaje corporal son indicadores claros de su bienestar.