CIENCIA
Más que sólo
ESTÉTICA
Los bigotes de los perros, esos pelillos gruesos y prominentes que se extienden desde su nariz, no son simples adornos faciales. Estas estructuras especializadas, conocidas científicamente como vibrisas, cumplen funciones esenciales para la supervivencia y el bienestar del animal, actuando como sensores que complementan sus sentidos principales.
ANATOMÍA ESPECIALIZADA
A diferencia del pelaje regular, los bigotes caninos presentan características únicas. Están incrustados en la piel y sus folículos contienen abundantes terminaciones nerviosas en comunicación constante con el cerebro. Además, cuentan con musculatura esquelética que permite al perro moverlos conscientemente, convirtiéndolos en herramientas activas de exploración.
La función vital de los bigotes en los perros.
UN RADAR NATURAL
Los bigotes funcionan como detectores ultrasensibles del entorno. No requieren contacto directo con objetos para detectar su presencia; captan cambios sutiles en las corrientes de aire, permitiendo al perro calcular tamaños, formas, velocidades y distancias. Esta capacidad es valiosa en la oscuridad, donde la visión limitada se compensa con información sensorial proporcionada por las vibrisas. Cuando un perro se acerca a un objeto, el aire que genera con su movimiento rebota en superficies cercanas, doblando levemente los bigotes. Esta mínima alteración envía señales inmediatas al cerebro, alertando sobre obstáculos mucho antes del contacto físico.
ANCESTROS CAZADORES
Las vibrisas representan un vestigio del pasado depredador canino. Junto con su excepcional sentido del olfato, estos sensores faciales permitían a los ancestros de los perros detectar presas en movimiento con precisión asombrosa, una habilidad que persiste en los perros modernos.
COMUNICACIÓN Y LENGUAJE CORPORAL
Los bigotes también expresan estados emocionales. Vibrisas en posición natural indican tranquilidad; dirigidas hacia adelante señalan alerta; retraídas contra el hocico sugieren sumisión. Cuando el animal se siente amenazado, ensancha y proyecta sus bigotes hacia adelante como parte de su estrategia defensiva.
NUNCA DEBEN CORTARSE
Aunque algunos estilistas caninos recortan bigotes por estética, esta práctica afecta seriamente el bienestar del animal. Sin sus vibrisas funcionales, los perros pueden fallar al atrapar objetos, estrellarse con obstáculos o caminar de manera errática. Si bien cortar no causa dolor físico, arrancarlos sí resulta extremadamente doloroso debido a las numerosas terminaciones nerviosas en los folículos.