CIENCIA
Un reciente estudio publicado en Scientific Reports ha revelado un fenómeno sorprendente: algunos perros muestran comportamientos hacia sus juguetes que se asemejan a las adicciones conductuales humanas, como el juego compulsivo o los videojuegos. Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre el bienestar canino y plantea interrogantes sobre cómo interactúan nuestras mascotas con sus objetos favoritos.
DEL TÉRMINO COLO- QUIAL A LA INVESTIGA- CIÓN CIENTÍFICA
Stefanie Riemer, bióloga del comportamiento de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena y autora principal del estudio, escuchó durante años a tutores describir a sus perros como“ adictos a las pelotas”. Sin embargo, nadie había investigado científicamente si los criterios de adicción humana podían aplicarse a los caninos y sus juguetes. Esta curiosidad motivó una investigación rigurosa que involucró a 105 perros de diferentes razas.
CARACTERÍSTICAS DE COMPORTAMIENTO ADICTIVO
En humanos, la adicción presenta dos vertientes: el deseo intenso y compulsivo hacia un estímulo específico, más el cambio de humor al obtener esa recompensa; y sensaciones similares a síntomas de abstinencia cuando cesa el estímulo. Los investigadores diseñaron 14 pruebas diferentes para evaluar si los perros exhibían patrones similares. En una prueba, los perros podían elegir entre un juguete favorito inaccesible( dentro de una caja o en un estante) y otras recompensas disponibles como comida o jugar con su dueño. Los perros con comportamientos adictivos permanecían obsesionados con el juguete inaccesible, intentando romper la
caja o mirando fijamente el estante, ignorando completamente las alternativas disponibles.
RAZAS MÁS SUSCEPTIBLES
El estudio identificó que las razas pastoriles, como pastores alemanes y belgas, obtuvieron las puntuaciones más altas en comportamientos adictivos. Estas razas
fueron criadas para actividades que requieren concentración intensa y persistencia, características deseables en perros de trabajo pero que, en casos extremos, podrían derivar en patrones problemáticos. Los investigadores plantean la hipótesis de un fuerte componente genético en estos comportamientos, sugiriendo que la adicción a