SINFONía ELECTORAL
Los temas
Es muy común que exista un divorcio entre los temas que les
interesan a los votantes y los temas que nutren el discurso
de ciertos candidatos, las encuestas ayudan a sintonizar ade-
cuadamente ambas frecuencias.
Las campañas exitosas son las que logran generar una re-
lación estrecha entre lo que dice el candidato y lo que la
gente espera oír.
Pero con eso solo no alcanza; si así fuera cualquier candi-
dato con ayuda de las encuestas podría establecer un dis-
curso adecuado y ganar una elección.
El proceso de definición del voto suele ser más complejo y
en él intervienen otros aspectos vinculados a la personali-
dad del candidato, a su credibilidad, a su capacidad de lle-
var adelante lo que dice, a su aptitud para conformar equi-
pos, a su experiencia.
Las encuestas como
parte de la campaña
Las encuestas que se publican inciden sobre la opinión pú-
blica, sea esa la intención al publicarlas o no.
Al difundirse las cifras algunos electores apelan a lo que se
conoce como «voto útil». El voto útil no es otra cosa que
buscar que, si no es posible que gane el candidato preferido,
ayudar al «menos malo» o producir un daño sobre el candi-
dato más «odiado».
La mayoría de los encuestadores con los que nos ha tocado
trabajar actúan de buena fe, pero está claro que no todos lo
hacen y que algunos venden encuestas donde gana el cliente.
Pero aún los que actúan de buena fe pueden equivocarse.
Por eso, la difusión de encuestas en el último mes de campa-
ña suele ser muy polémica y, a nuestro juicio, no debería es-
tar permitida.
CAPÍTULO 3
INVESTIGACIÓN SOCIAL
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Entendemos que entran en conflicto el derecho a la informa-
ción y la libertad de prensa, con la garantía para una com-
petencia equilibrada.
Los encuestadores suelen amortiguar sus errores o la fal-
ta de honestidad, apelando a distintos atenuantes.
Los más citados son: «los indecisos finalmente se volca-
ron masivamente a cierto candidato» o «a último momen-
to hubo una gran migración del voto».
Lo cierto es que la difusión de una encuesta incide en la
opinión pública y su publicación nunca es inocua.
Cuando una encuesta se publica pasa a cumplir otra fun-
ción; se transforma en noticia. Y la noticia tiene efectos po-
líticos que influyen sobre la conformación del escenario sim-
bólico-político de confrontación.
Una encuesta publicada, además de informar a la población
acerca de un estado de cosas ciertamente inestable, se trans-
forma en un hecho político. Un hecho político mediático
porque su repercusión es política.
La tesis de que la publicación de los resultados de las en-
cuestas no influye sobre el comportamiento electoral no re-
siste el menor análisis lógico. «¿Cómo no va a incidir sobre
la formación de la conducta electoral si influye poderosa-
mente en la actitud política de los candidatos?» (Publicado
en una nota de opinión que llevaba el título «Las encuestas
modifican opiniones» del diario Clarín del día 5/5/95 por el
politólogo Ezequiel Raimondo.
Las «guerras de encuestas» tratando de incidir en el compor-
tamiento de la opinión pública son cada vez más frecuentes.
En las elecciones de 2009 en la Provincia de Buenos Aires
se enfrentaban tres candidatos importantes: Néstor Kirch-
ner, Francisco De Narváez y Margarita Stolbizer, las encues-
tas ayudaron a la instalación de la polarización entre Kirch-
ner y De Narváez.