SINFONía ELECTORAL
Es fundamental que el Comité de Campaña tenga un lugar
adecuado donde funcionar con responsables concretos para
cada una de las tareas y reuniones periódicas establecidas pa-
ra cada una de las áreas así como para las instancias de coor-
dinación general.
No puede haber una campaña que funcione si el Comité de
Campaña no funciona adecuadamente.
Sus áreas no deben ser compartimentos estancos que no se
comuniquen entre sí porque el resultado será caótico y, en
vez de una campaña que funcione, habrá varias campañas
que no funcionen.
Tampoco es posible obtener buenos resultados si el Comité
de Campaña no tiene contacto fluido con los candidatos, ya
que la esencia de toda campaña es potenciarlos respetando
siempre sus valores e ideas.
Los integrantes de la campaña tienen que estar al tanto del
pensamiento, los problemas y las preocupaciones de los can-
didatos para los que trabajan.
Por lo tanto, la organización de la campaña no es algo que
se pueda delegar totalmente. Habrá tareas delegables, pero
en definitiva la responsabilidad es de los dirigentes políticos
y estos tienen que participar activamente en cada una de las
decisiones importantes.
El Comité de Campaña es el lugar natural para discutir y de-
finir las estrategias, plantear las ideas, establecer las tácticas
y resolver su implementación.
Es importante tener en cuenta que la mejor campaña no ser-
virá si las decisiones estratégicas no se vuelven operativas y
se implementan correctamente.
El management electoral
Entre las distintas funciones que se desarrollan dentro de un
Comité de Campaña, algunas son de neto corte político y otras
CAPÍTULO 2
organización del comité de campaña
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son cuestiones técnicas u operativas, pero todas resultan im-
portantes para aspirar a obtener resultados positivos.
Una campaña requiere tanto una estrategia inteligente que
oriente todas las acciones que se llevarán a cabo como una or-
ganización eficiente que permita ejecutarlas adecuadamente.
Por lo tanto, es necesario diseñar una estructura ágil y efi-
ciente, y asignar responsabilidades muy concretas a las per-
sonas que participan, eligiendo el mejor perfil para cada una
de las tareas necesarias.
Si lo comparáramos con una empresa, la conducción política
equivaldría al Directorio y las funciones operativas estarían
a cargo de las Gerencias.
Los miembros del Comité de Campaña tienen que ser perso-
nas de confianza, discretas, capaces de mantener en reserva
los temas que en él se traten, ya que el factor sorpresa es un
elemento importante en la estrategia.
Por este motivo el Comité de Campaña no puede ser una ofi-
cina que trabaje a puertas abiertas. En él deben participar,
de manera integrada, los responsables designados intentan-
do que se cree un clima de trabajo y concentración focaliza-
do en lo que se está haciendo.
Este es un tema delicado ya que los partidos políticos basan
gran parte de su potencial en el trabajo voluntario de mu-
chas personas que aportan su tiempo y esfuerzo en forma
gratuita convencidos de la causa para la que están trabajan-
do y, muchas veces, se sienten segregadas cuando no pueden
acceder al Comité. Aquí lo importante es lograr que esto se
comprenda y que se creen instancias adecuadas para recibir
a los militantes y encausar su ánimo contributivo.
El organigrama que proponemos está pensado para una cam-
paña de cierta envergadura como puede ser una presidencial
o de gobernador, pero puede resultar excesiva para una cam-
paña de escala menor tal como la elección de un intendente
en un pueblo o la candidatura de un legislador. Para esos ca-