SINFONía ELECTORAL
te, los que mira el electorado al que se apunta.
Si está clara la estrategia, la comunicación se or-
dena mejor. Cuando sabemos qué queremos co-
municar y a quién nos vamos a dirigir, el mensa-
je de la campaña se vuelve racional y previsible.
Cuando la estrategia puede ser explicitada, es
fácil distinguir lo importante de lo accesorio, se
pueden generar los mensajes y hasta el estilo de
comunicación con mayor calidad, incluso se
puede pautar mejor la publicidad o generar he-
chos de prensa en orden a un plan determinado.
Lo contrario es salir a tontas y a locas a hacer
piezas de comunicación y acciones de campa-
ña gastando dinero sin tener en claro para qué
se las hace.
El votante permeable
ESTRATEGIA
CAPÍTULO 1
31
drá votos posibles a izquierda y derecha, pero es probable
que si construye un discurso cautivante para los votantes
posibles de izquierda pierda a los posibles de derecha.
Rara vez los votantes posibles a uno y otro lado represen-
tan porcentajes similares, tampoco el grado de «posibili-
dad» suele ser parejo, muchas veces determinados grupos
son más permeables a un candidato que a otro. Tampoco la
segmentación tiene por qué ser ideológica, quizá haya que
considerar otros factores más complejos.
Consolidar
Para todo candidato hay votantes a los que
la fuerza propia
El PRO desarrolló una
podríamos clasificar en tres grupos: Propios,
estrategia inclusiva
Posibles e Imposibles.
para ampliar su base
de votantes, dándoles
Estudios adecuados de opinión pública permi-
la bienvenida a quienes
podían sentirse afuera.
ten por un lado cuantificarlos y hacer pronós-
ticos electorales donde se establezcan hipótesis
en base a la suma de votos propios y posibles para evaluar el
probable resultado de la elección.
Los estudios de opinión pública permiten conocer con bas-
tante detalle cómo piensan los votantes Posibles, lo que faci-
lita hablarles con un discurso que les resulte atractivo.
Una campaña que le habla a todos, quizá no le esté hablan-
do a nadie. Los votantes Posibles de un candidato no pien-
san todos igual. Consideremos un ejemplo hipotético acota-
do a una sola variable. Un candidato de centro que compita
con uno de izquierda y uno de derecha. Ese candidato ten-
Los «Grupos Tupper»
fueron una iniciativa que
apuntó a reconquistar
el voto tradicionalmente
radical. La convocatoria
se hizo a afiliados y
simpatizantes, muchos
de los cuales no habían
votado a la UCR en
elecciones recientes.
Este target fue muy recep-
tivo a las convocatorias.