SINFONía ELECTORAL
presupuestarias y a que en muchos casos son es-
tructuras que se arman para una campaña y luego
se cierran, decididamente no ayuda a que los ciuda-
danos independientes se acerquen.
Quizá esta sea una asignatura pendiente. En la me-
dida en que los locales incorporen los criterios que
las corporaciones le dan a sus redes de ventas, qui-
zá se abran a un nuevo universo. Esos criterios no
son otra cosa que la unificación estética de la red a
través de materiales, colores y carteles, una ilumi-
nación que los vuelva visibles y atractivos y un ni-
vel de confort que invite a entrar y quedarse.
Los militantes barriales conocen la dificultad que re-
presenta para mucha gente entrar a un local partida-
rio, por eso desarrollan diversas actividades en las
calles, en plazas o en instituciones mas amigables.
Sería interesante que los locales partidarios proba-
ran armar una especie de HardRock Café con una
decoración que cuente su propia historia, sus lu-
chas, sus logros, sus héroes...
Ya existen algunos ejemplos como Perón-Perón,
Museo Evita, el bar temático de la sede del PJ Capi-
tal o Los Octubres, que combinan emprendimien-
tos gastronómicos privados, con ámbitos de mili-
tancia y participación.
CAPÍTULO 8
Los locales como
parte de una red.
Los comités partidarios
deberían tener un trata-
miento similar al que
las grandes cadenas
les dan a sus locales
comerciales: identidad,
confort y servicio.
El bar del PJ
Está ambientado con
imágenes e íconos pero-
nistas, desde los murales
en las paredes hasta los
nombres de los platos
que remiten a la liturgia
Justicialista.
MILITANCIA
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