PERSUASIÓN / Sinfonía Electoral PERSUASION / SINFONIA ELECTORAL | Page 148

SINFONía ELECTORAL las candidaturas son presidenciales es necesario tener repre- sentación en todos los distritos y ese proceso de acumula- ción y negociación constante requiere experiencia, conoci- miento de los líderes partidarios y habilidad para negociar. Es muy difícil crecer sin una estructura que impulse una pos- tulación en todo el territorio. Las candidaturas «unipersonales» acumulan desde otra ló- gica, su prestigio social es lo que vale, a veces son los parti- dos los que buscan outsiders cuando no tienen candidatos atractivos, hay infinidad de ejemplos en la Argentina, como Palito Ortega, Lole Reutemann o los candidatos que el PRO que buscó para crecer como Del Sel, De Angelis, Mac Allis- ter o Baldassi. Otras veces esas personalidades necesitan un partido que los cobije ya que la legislación exige que los candidatos representen a partidos formalmente reconocidos, por lo que aún los candidatos que tengan un gran arrastre personal, deberán construir alianzas que aseguren el cumpli- miento de los requisitos formales. Las alianzas multipartidarias En países como la Argentina, de fuerte tradición bipartidista, en los comienzos del siglo XXI se vi- ve una fragmentación del espacio político, el cre- cimiento de candidaturas «unipersonales» y luego la construcción de alianzas más amplias que aglu- tinen a quienes tengan ciertas afinidades o coinci- dencias estratégicas. La construcción de estas alianzas es parte del andamiaje in- dispensable para competir con chances, incluso para cuestio- nes operativas no menores, como poder fiscalizar una elección. En estas construcciones muchas veces se enfrentan intereses divergentes aún en un mismo partido. A veces la alianza que necesita un candidato presidencial para pelear la elección es distinta a la que necesitan los caudillos provinciales para ga- relaciones institucionales CAPÍTULO 7 En la era del personalismo Es cada vez más frecuen- te que los candidatos prioricen su interés perso- nal sobre el de su partido. 149 nar en sus territorios. Esas negociaciones son com- plejas cuando se busca construir alianzas. Un ejemplo muy claro se produjo en 2007 con la fórmula Cristina Fernández de Kirchner y Julio Cobos. Cobos llegó a esa instancia representando a un «club de gobernadores radicales» y en franca disidencia con la posición orgánica de la UCR que decidió competir como parte de una «alianza ofi- cial» con la fórmula «Lavagna/Morales». El con- flicto derivó en expulsiones partidarias y reconci- liaciones posteriores que llevaron años. Alianzas sociales Las alianzas partidarias son sólo una parte de la confor- mación de una fuerza social capaz de competir con chan- ces. Hay muchas otras construcciones que pesan y mucho y son las alianzas que se conforman con sindicatos, organiza- ciones empresarias, profesionales, organizaciones estudian- tiles y una amplísima red de ONGs que representan distin- tos intereses. El peronismo tuvo históricamente una organización sindi- cal partidaria, las 62 Organizaciones, que fue el brazo gre- mial del partido. Y la UCR construyó su poderosa organi- zación estudiantil Franja Morada. Pero algunas organizaciones sociales no alineadas partida- riamente a veces apoyan explícita o solapadamente a ciertos candidatos con quienes tienen intereses convergentes. Pue- den ser fundaciones, centros de estudio, etc. Incluso son determinantes los acuerdos con medios de co- municación ya que gravitan en las campañas, grupos de multimedios como Clarín en la Argentina y O Globo en Brasil tienen una fuerte influencia sobre la opinión pública y por diversos motivos suelen elegir sus candidatos y abrir- les sus puertas.