SINFONía ELECTORAL
gías o ser el producto de un equipo profesional que escriba
para ese medio que tiene su propia lógica.
Abusar de la herramienta o escribir como si fuese una gace-
tilla no es lo ideal para explotar al máximo sus posibilidades,
incluso porque el sistema tiene una restricción de 140/280
caracteres por mensaje lo que obliga a un nivel de síntesis
importante.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
El desarrollo tecnológico es permanente y vertiginoso. Esto
ofrece herramientas y oportunidades para hacer campañas,
que se renuevan todos los días.
La llegada de la radio fue el primer gran progreso tecnoló-
gico en la comunicación política. Así fue como se potenció
«la era de los grandes oradores» que las familias escuchaban
atentamente reunidas alrededor del receptor.
Durante la Segunda Guerra Mundial desde Churchill hasta
Hitler, pasando por Mussolini utilizaron este medio para co-
municarse con sus compatriotas. En la Argentina Perón hizo
célebres algunas de sus frases a través de la radio.
Esto ocurrió en una época donde no había gran oferta de en-
tretenimientos alternativos que compitieran por la atención
de la audiencia.
El segundo cambio fue la aparición de la televisión que, en
principio, permitió ver a los candidatos, sus caras, sus mo-
vimientos y que fue potenciándose con las transmisiones en
vivo, la cobertura de actos, eventos y debates.
Con el tiempo la televisión transformó la forma de comu-
nicarse de los políticos, que pasaron de dar discursos a par-
ticipar en entrevistas, a dialogar y debatir, y también apa-
recieron los spots, es decir, las publicidades especialmente
pensadas y diseñadas para la TV.
En los últimos años la política ha ido perdiendo audiencia,
quizá desacreditada por sucesivas frustraciones. Los progra-
CAPÍTULO 5
COMUNICACIÓN
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mas políticos, que en la primavera democrática argentina del
´83 tenían un enorme protagonismo, fueron mudándose al
cable y actualmente tienen escaso espacio en la TV abierta.
Hoy casi todos los hogares tienen cable o antenas satelitales
que ofrecen cientos de canales de todo tipo y la competencia
entre las señales de deportes, películas, música, cocina, los
reality shows, las telenovelas, hacen que la política ocupe un
lugar restringido básicamente a los canales de noticias y a
algunos programas de interés general que le dedican un es-
pacio en épocas electorales cuando invitan a los candidatos.
Más recientemente aparecieron Internet, el mail, los teléfo-
nos celulares, más tarde los BlackBerrys, el acceso a Inter-
net en los teléfonos móviles, los «smartphones», el WiFi, los
blogs, las redes sociales, el Internet 2.0 y el “3.0, acelerando
un proceso en el que cuesta imaginar lo que vendrá.
Desde el triunfo de Barak Obama toda campaña que se pre-
cie debe valerse de las nuevas tecnologías pues cada vez están
disponibles para más población. La expansión de la deno-
minada «era digital» parece no tener límites, crece coadyu-
vando a la democratización de las sociedades.
Hoy cualquiera puede tomar imágenes con un celular y di-
fundirlas en todo el mundo.
Paralelamente el precio de los aparatos para el envío y re-
cepción de información se va volviendo cada vez más acce-
sible. De hecho en nuestro país hay más celulares que ha-
bitantes, la mitad de los hogares tienen Internet e inclusive
surgen proyectos de «ciudades digitales» que promueven el
acceso gratis a la red en plazas y lugares públicos.
La vieja idea de Negroponte «un niño una computadora»
ya se aplica en Uruguay mediante la iniciativa denominada
«Plan Ceibal» y en la Argentina se está implementando a tra-
vés del programa «Conectar Igualdad». Millones de jóvenes
se familiarizan todos los días con las computadoras y tienen
un creciente acceso a Internet.