SINFONía ELECTORAL
» Mirar siempre a los ojos de nuestro interlocutor expresa res-
peto e interés en sus palabras.
» Tener presente dónde están ubicadas las cámaras y saber que
las mismas pueden tomarlo a uno en cualquier momento, in-
cluso cuando habla otro entrevistado.
» Hablar con voz fuerte y clara, pero sin gritar, salvo que resul-
te indispensable.
» Sentarse erguido.
» Respetar a los demás cuando están hablando.
» Tener siempre presente el factor tiempo. Las entrevistas se orga-
nizan en bloques de determinada duración que se dividirá en-
tre los participantes de la mesa. Por eso habrá que manejar los
tiempos para asegurar que el mensaje sea efectivamente dado.
» Si se asiste al programa con un plan, y el candidato sabe cuál
es el mensaje que quiere dar, no importa lo que pregunte el en-
trevistador: el entrevistado deberá ingeniárselas para respon-
der o centrar el foco de interés en el mensaje que pretende dar.
» En general son preferibles las frases cortas, directas y contun-
dentes. Pero también es importante la actitud con la que se
dicen, la gestualidad. Recordemos una vez más: en determi-
nadas ocasiones vale más una imagen que mil palabras.
» En ese sentido se debe tener en cuenta que a veces se puede
descalificar la intervención de otro participante con un solo
gesto que tomen las cámaras.
Media Coaching
Existen profesionales que ofrecen entrenamiento para pre-
sentarse ante la prensa.
Se trata de seminarios durante los cuales se recibe un mó-
dulo de instrucción teórica y se realizan ejercicios prácticos.
Entrevistas punzantes, conferencias de prensa simuladas o
abordajes sorpresivos a la salida de una hipotética reunión.
Tener esta experiencia es muy recomendable.
CAPÍTULO 5
¿Bailar o debatir?
Algunos candidatos prefi-
rieron los shows de prime
time con sus imitadores
que un debate de candi-
datos. No arriesgar fue la
consigna de Scioli.
Alica alicate.
Las imitaciones en pro-
gramas de alto raiting
pueden tener un gran im-
pacto en el destino de un
dirigente. A De Narváez
la imitación lo ayudó a
popularizarse, mientras
que en el mismo progra-
ma De La Rúa quedó
definitivamente instalado
como un señor gagá.
Pero convengamos que la
imitación sóla no alcanza.
COMUNICACIÓN
115
Uno de los típicos ejercicios consiste en someter al
candidato a preguntas difíciles o incómodas sobre
aspectos políticos o personales para que, llegado el
caso, no se sorprenda y haya reflexionado sobre có-
mo responder.
Al final del día de entrenamiento se ven las filmacio-
nes y se hace una revisión crítica de las intervenciones.
Para quienes no hagan estos cursos, recomendamos
que graben sus intervenciones en programas y las
miren con ojo crítico para tratar de hacerlo mejor en
cada nueva oportunidad que se presente.
Diversificar la audiencia
Durante años los canales de aire prácticamente eli-
minaron de sus grillas los programas políticos. Esto
complicó la llegada al gran público restringiéndo-
la a los noticieros y a algunos programas de interés
general que suelen dedicar cierto espacio a notas
políticas, especialmente cerca de las elecciones. Es-
tos programas son los más valiosos porque son vis-
tos por la audiencia más independiente.
Los programas de cable, que interesan fundamen-
talmente al mundillo político, tienen poca audien-
cia que –además– está constituida por un público
muy informado que por lo general, ya tiene posi-
ción tomada.
En las elecciones de 2009, ShowMatch, el progra-
ma de Marcelo Tinelli, suscitó un gran debate entre
los políticos. Se discutía si era conveniente o no te-
ner quien los imite en la Casa del Gran Cuñado y si
debían asistir cuando los invitaran.
Desde el punto de vista de aumentar el conocimien-
to (base imprescindible para hacer campaña) no ca-
be duda que la treintena de puntos promedio de ra-