PERSUASIÓN / Sinfonía Electoral PERSUASION / SINFONIA ELECTORAL | Page 102

SINFONía ELECTORAL La inversión publicitaria Ya nos referimos a este tema en el capítulo Finanzas, pero lo que queremos remarcar es que siempre hay que hacer una estimación de disponibilidades y gastos y procurar empatar- los diseñando una campaña que administre racionalmente los pocos o muchos recursos existentes. discurso Un candidato en campaña puede tener que dar varios dis- cursos por día, además de innumerables entrevistas perio- dísticas, lo que constituye un desafío importante. La estrategia electoral basada en sus ideas, las de su partido y las investigaciones de opinión pública, son el pilar fundamen- tal para construir un mensaje de campaña. De ahí surgirá a quién se va a dirigir el candidato y cuáles son las ideas centra- les con las que quiere que se lo identifique o se lo asocie. Pero además, los candidatos deben dirigirse a públicos es- pecializados para los cuales el mensaje debe volverse más específico incorporando análisis, diagnósticos o propues- tas concretas para ese auditorio. Una cosa es el discurso que puede necesitar un candidato pa- ra dirigirse al pueblo en general en un acto masivo o una en- trevista en horario central y otro muy diferente es el que debe hacer en una conferencia por ejemplo en determinada cáma- ra empresaria o en una reunión con trabajadores de cierto sector. En esos casos la audiencia espera que se refiera a su problemática particular. El discurso general de campaña Los candidatos saben que a lo sumo podrán instalar en la opinión pública cuatro o cinco ideas que la gente logre iden- tificar y asociar con su figura. Ya hemos dado en este traba- CAPÍTULO 5 COMUNICACIÓN 103 jo algunos ejemplos. Con esas ideas los candidatos articulan discursos que repiten en todo el país, aplican una síntesis de esas ideas cuando dan un reportaje o pueden usarlas como paraguas general en reuniones con auditorios especializados. En la campaña de Raúl Alfonsín en el ´83 los militantes sabían de memoria párrafos enteros del discurso que repetían mien- tras Alfonsín hablaba, como el Preámbulo de la Constitución. En esos casos los contenidos se estructuran, se debaten pre- viamente con los asesores o los dirigentes de confianza y lue- go se testean en actos de menor trascendencia para poder ajustarlos en función de la reacción del público. Chistes, mu- letillas, frases, son probados hasta alcanzar un resultado con- vincente y luego se repiten incorporando pequeños párrafos elegidos para la ocasión. Puede ser una referencia al lugar donde se realice o alguna efeméride o alguna respuesta a al- guna declaración de un rival. Pero el discurso de muchos candidatos una vez estructurado sufre pocas modificaciones. Discursos específicos Ningún candidato puede saber de todos los temas y aunque los conozca cuando le toque hablar con gente de un sector que sepa mucho al respecto, deberá exigirse para convencer- los de que sabe de que habla y hacerles algunas propuestas concretas y atractivas. Para eso es indispensable recurrir al equipo de asesores que generalmente están organizados por temas. Esos asesores podrán ofrecer cifras que siempre dan contundencia al discurso y permitirle acercarse a la jerga del sector. Hay un límite que es conveniente respetar, esas au- diencias esperan que se les hable con conocimientos, pero no que el candidato sea un experto si no lo es, porque en ese ca- so se corre el riesgo de cometer groseros errores que echen por la borda el esfuerzo.